jeudi 3 mars 2022

Resumen enero y febrero 2022 y algunos libros (sobre fotógrafas)

 


28 de febrero de 2022, por Lunettes Rouges

(artículo original en francés, aquí)


Una inmovilización inoportuna hizo que la mayoría de las reseñas de este trimestre fueran sobre libros. Puesto que estoy de nuevo ágil les prometo que pronto habrá críticas sobre exposiciones.


13 reseñas este bimestre


4 de enero: Politécnico, economista, cómo terminé siendo historiador de la fotografía (La Jaune et la Rouge)


de enero:  ¿Autodidacta? (Museo de Saint-Étienne)


21 de enero:  Taking off. Henry my neighbor (Mariken Wessels)


25 de enero:  Tres novelas de una obra maestra: Michel-Ange, Garouste y Caravaggio


31 de enero:  Goya forever


1  de febrero:  ¿Afropean? (The Eyes)


9  de febrero:  Cuerpos (Ernest Pignon-Ernest)


11 de febrero: El simplismo de Shonibare


12 de febrero: Algunos libros: Skulls, La imagen y su doble, Alison Lapper & Zineb Sedira


14 de febrero: Poética y Política (videos de Francis Alÿs)


17 de febrero: Reajuste mediterráneo (Mónaco – Alejandría)


21 de febrero: Meret Oppenheim: una exposición y una experiencia, (con Susanna Pozzoli)


23 de febrero: Nelly, ¿la «Leni Riefenstahl » griega?


 Y libros, más libros


Christian Bouqueret, Las Fotógrafas de la Nueva Visión en Francia, 1920-1940, Marval, 1998. Con Ilse Bing, Autorretrato con Leica, 1931


Me equivoqué cuando escribí que la primera exposición en Francia de fotógrafas fue la de la Fundación Gulbekian en Paris en 2009 (seis años antes que Orsay), y me di cuenta al comprar recién y en subasta el catálogo de la exposición « Les Femmes photographes de la Nouvelle Vision en France, 1920-1940 » organizada por Christian Bouqueret en 1998 en el Hotel Sully, el Museo Nicéphore Niépce y en El Obispado de Evreux (pero no recuerdo haber visto mención en el libro y los catálogos, voy a comprobar). Aunque el ámbito se limite a un periodo y a una escuela, parece ser la primera no solamente en Francia sino en Europa (después de San Francisco pero diez años antes de Munich). El libro presenta a 24 fotógrafas, de Berenice Abbot a la magiaroyugoslava Ylla (que yo no conocía), nacidas entre 1890 y 1912 salvo las dos pioneras Laure Albin-Guillot y Madame d’Ora, 7 son francesas, 5 alemanas, las demás húngaras, estadounidenses, austriacas y suizas. Ochenta fotografías en las páginas centrales, la mayoría de página entera y otras cuarenta de formato más pequeño. El texto de Bouqueret (págs.5-48), muy bien documentado, insiste sobre la «revancha» de la fotografía femenina después de la primera guerra mundial (que se marchitará con la segunda) y analiza los razonamientos sociales y económicos de aquellas burguesas casi siempre solteras que encontraban un ingreso y posición social en un medio en el cual el trabajo femenino que no fuera obrero o agrícola era raro y desconsiderado, siendo la fotografía una de las únicas excepciones. Describe el papel del estudio, de la prensa y la publicidad, menciona la escuela Publiphot de Gertrude Fehr. Para terminar destaca el desnudo (especialmente femenino) con el «caso Assia», referente del nuevo gusto por el aire libre, el naturismo y la libertad del cuerpo. Es un libro excelente (Marval, 1998, 140 págs.) para una exposición precursora. 


Frida Orupabo, Kunsthall Tronheim / Sternberg Press, 2021


Frida Orupabo es una fotógrafa noruega de padre nigeriano cuya reciente exposición tuvo lugar en el Kunsthall de Trondheim en 2021 (otra nueva acaba de empezar en Winterthur). En el último Paris Photo vimos sus collages (especialmente en esta galería), fragmentos grandes de cuerpos negros, la mayoría femeninos, ensamblados con remaches, compuestos de seres híbridos e inquietantes que nos miran frontalmente, fijamente, y crean un efecto hipnótico ante el cual nadie puede quedarse indiferente. Formado a partir de su archivo de imágenes de esclavos africanos americanos y de vistas sacadas de las redes sociales, son imágenes que proyectan tal violencia y cólera, tal resistencia y dignidad que impresionan. Imágenes sacadas de su contexto original y reunidas de esa manera que cuentan historias contrarias e interrogan nuestra manera de mirarlas. Orupabo nos habla de raza, claro, de familia, de género, de sexualidad, de identidad y también de composición, collage y estructuración de la imagen (ver también). Además de la reproducción de unas 70 obras y 28 páginas de imágenes de sus archivos, el catálogo (150 páginas en inglés) comprendre tres ensayos sobre su utilización del archivo (Stefanie Hessler), sus «fantasmas» (Lola Olufemi) y la cuenta Instagram (Legacy Russell). Esperamos una exposición en Francia...


Marjolaine Vuarnesson, Apariciones, Bessard, 2022


Marjolaine Vuarnesson acaba de publicar en ediciones Bessard, Apparitions, un muy bonito libro pequeño de fotografías que fueron tomadas entre 2012 y 2020: se trata del sueño de una mujer que espera al príncipe azul y se despierta en su triste soledad, y que decide vivir sola antes que decepcionarse. Es un trabajo personal quizás terapéutico. Negativos fantasmas de Polaroid (después de la transferencia de la emulsión) se mezclan con fotogramas e impresiones color para crear un relato visual de tonos suaves con un claro oscuro controlado en el cual las curvas sensuales de los cuerpos correspponden con unas flores, objetos y formas abstractas más enigmáticas. Texto poético pequeño por parte de la fotógrafa que entusiasmó a Fabien Ribery


Susanna Pozzoli, Venitian Way, Marsilio / Fundación Miguel Ángel , 2021


Susanna Pozzoli de quien acabo de elogiar el libro sobre Meret Oppenheim, es también fotógrafa de las profesiones artísticas tal y como lo mostró en un libro anterior sobre los maestros artesanos coreanos. El libro que acaba de sacar, Venetian Way (editado por Marsilio y la Fundación Miguel Ángel, bilingüe italiano inglés, 176 páginas, recibido en servicio de prensa) presenta a 21 artesanos, tejedores, alfareros, un escultor de madera, un fabricante de máscaras, vidrieros, un sastre, un fabricante de góndolas, una bordadora (una de las pocas mujeres), un tipógrafo y otros más. Para cada uno, fotografías muy de cerca, entra en las máquinas, descifra los gestos muy cerca de los materiales con el retrato del maestro trabajando y un texto sensible de la artista que cuenta el encuentro: aquí también como en sus otras obras la relación entre el texto y la imagen es esencial. Más allá de la belleza de las fotografías y de la sensibilidad de los textos es una mirada nostálgica sobre un mundo preservado que ha conservado su ideal de belleza y calidad protegido de la modernidad: ¿por cuánto tiempo todavía? Tres textos cortos de introducción: uno de Federica Muzzarelli que sitúa a Pozzoli en la historia de la fotografía, uno sobre la historia de los artistas venecianos por Toto Bergamo Rossi y otro sobre la belleza poética de las fotografías por Franco Cologni. Si van a Venecia de aquí a finales de abril pueden verla en la exposición de Homo Faber en la isla San Giorgio.  



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