(original en francés, aquí)
Andy Warhol, Mao, 1973, pintura acrílica y tinta serigráfica sobre lienzo
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Solamente por una excepción (pero ¡qué excepción!), en la exposición Warhol Unlimited en el MAMVP (Museo de Arte Moderno de la Ciudad de París, hasta el 7 de febrero) no descubrirá nuevas obras si usted ya conoce por lo menos un poco la obra de Andy Warhol, verá flores y vacas, Jackie y las sillas eléctricas, Marilyn y Mao, Campbell y Brillo. Su interés principal, hasta la penúltima sala, reside en las excelentes escenografía y organización en el espacio, lo que en la obra de Warhol es fundamental, pues su arte es ante todo un arte de la exposición, un juego de repetición que viene a debilitar el papel mismo del museo. También exponen muy bien el contexto del arte de Warhol, tanto con las leyendas en las paredes como con el catálogo (que insiste sobre su "fortuna critica").
Andy Warhol, Screen Test: Marcel Duchamp, 1966, captura de pantalla: Col: Andy Warhol Museum Pittsburgh
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Dos experiencias impresionantes a lo largo de la exposición, primero, deambular por la sala de las Screen Test (en la que Duchamp está lejos de ser el más "cool"); también vemos el Empire y Blow Job, pero no vemos Couch que muestran muy rara vez. Luego, saturarse de imágenes y sonidos en la reconstitución alucinógena de la Exploding Plastic Inevitable por Ronald Nameth. Pero todo ello se reduciría a una revisita instructiva de Warhol por terrenos ya bien circundados en los cuales se ha puesto una atención particular a los espacios, en todo caso para mi, si no existiera la ultima sala, la sala grande curva.
Andy Warhol, Shadows, 1978-79, pintura acrílica y tinta serigrafiada sobre lienzo. f. Bill Jacobson, cortesía Dia Foundation & MAMVP.
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Allí se extienden los 102 lienzos serigrafíados de la serie Shadows, con 17 colores sobre 130 metros. ¿ Ante quién estamos ? Primero una experiencia de inmersión, un universo que nos rodea totalmente y nos hace vibrar (Mark Loiacono, en un excelente ensayo del catálogo, titulado Disco Mystic según Lou Reed, y a quien le debo mucho, evoca la capilla de los Scrovegni). Luego, un motivo enigmático, un detalle ilegible de una foto sobre-agrandada, como un juego positivo negativo : el maestro de la sombra Victor Stoichita evoca una transmisión de las historias de sombras de Chirico (que fallece un mes antes de que Warhol empiece esta serie) a las sombras sin historia de Warhol. Y de alguna manera, hay una sensación mística, casi religiosa (Dagen ve algo fúnebre, yo siento al contrario éxtasis y júbilo) : este conjunto es un encargo de los Heiner Friedrich (a quien los Giotto de Padua conmocionaron hasta el punto de pedir pasar una noche entera, solo, en la capilla Rothko) y Philippa de Ménil, hija de la famosa pareja y que lo conoció entonces, se casó con él siete años más tarde. Los dos se convirtieron al Islam, practicaron el sufismo, se atrevieron a transformar en mezquita un antiguo parque de bomberos de Nueva York y fundaron lo que se convertiría en la DIA Fondation. Y es quizás esa relación mística con Dios, sin intermediarios, que Warhol (que también estaba muy marcado por la religión) tradujo aquí : o en todo caso es lo que se siente, si al seguir las huellas de Warhol, nuestro espíritu se abre y sale del museo y del mundo del arte.
(c) The Andy Warhol Foundation for the Visual Arts / ADAGP. Las imágenes saldrán del blog al final de la exposición.
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