5 de noviembre de 2023, por Lunettes Rouges
(artículo original en francés, aquí)
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Sébastien Girard, The diary of Tom Wilkins, páginas 82 & 83, del 18 de abril de 1981 #671 al 9 de mayo de 1981 #688 |
Se trata de un libro desconcertante, de gran formato, se llama The diary of Tom Wilkins y Sébastien Girard lo ha editado artesanalmente en 150 ejemplares (recibido en servicio de prensa). Ya en 2017 había divulgado algunas de esas fotografías en un libro anterior, pero aquí muestra la totalidad de esta curiosa colección de Polaroids que adquirió en 2011 a través de un albacea estadounidense. Durante 1248 días, del 14 de agosto de 1978 al 12 de enero de 1982, el autor de las fotografías, tomó 911 de la pantalla de su televisor con un Polaroid SX70. Anotó en cada una de ellas, con letras mayúsculas, la fecha, un número de orden (aunque se equivocó un poco en la numeración), el nombre del programa y los comentarios sobre la imagen, lo que la describen y explican; son textos cortos escritos en una etiqueta pegada en el margen blanco del polaroid. Archivó minuciosamente sus imágenes en 12 álbumes de cuero rojo titulados con cuidado, lo que demuestra una seriedad metódica impresionante en la recensión. El libro, fruto de las investigaciones de Sébastien Girard, reproduce todas las fotografías, a razón de 9 por página.
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Tom Wilkins, « 13 OCT 80 #512 OFF T.V. MOVIE BARBARELLA – JANE FONDA – SHE’S NUDE BELOW T.V. SCREEN » |
Todas las imágenes representan a mujeres más o menos vestidas, o por lo menos, exhibiendo sus encantos con trajes más bien sugestivos. Todo eso desde la modelo totalmente desnuda de un programa pornográfico hasta actrices conocidas con escote profundo o desconocidas en traje de baño o sorprendidas por las cámaras de televisión en posturas que las aventajan. Se ven nalgas y algunos pubis, pero la obsesión principal del autor es la mamolatría: tenemos una muestra perfecta de la mujer ideal según la libido estadounidense de la época. La mayoría de las imágenes proceden de películas o series televisivas pero pueden venir también de programas ordinarios o de un noticiero (una mujer muerta en el suelo de un ascensor el 30 de abril de 1980, #387, aquí abajo; salvo que sea un programa llamado «Vegas»). También fotografía gran cantidad de publicidades para sostenes, un programa sobre sostenes anticonceptivos (« birth control bra » ??) del 15 de septiembre de 1980 (#479-481), e incluso un programa sobre la mastectomía (16 de abril de 1980, #366). Cada uno de los textos que acompañan combina rigor archivador y precisión descriptiva (« 21 III 1980, #347, off TV, movie. Girl wearing bra, panties, garter belt, and stockings, in front of window [Chica con sostén, pantis, liguero y medias, delante de la ventana] ») ; off TV significa que está mirando un casete VHS con el que ha grabado el programa. La mayoría de las imágenes tienen una luz azulada bastante irreal. Si los fantasmas sexuales evidentes del autor son en general bastante implícitos y sencillamente sugeridos por lo que elige, a veces toman cuerpo abiertamente (aquí arriba): « 12 X 1980, #512, off TV, movie Barbarella, Jane Fonda. She is nude below T.V. screen [En la parte de abajo de la pantalla de la tele está desnuda]» un fantasma de « wishful thinking » Otra reseña es más enigmática: « 25 IV 1979, #70, off TV, Real People [personas verdaderas, o ¿es el nombre de algún programa?]. This woman is a striper [sic] for god [Esta mujer hace striptís para Dios] ». ¿O simplemente quería escribir « for good » ?
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Tom Wilkins. « 30 de abril de 1980 #387 OFF T.V. VEGAS – DEAD GIRL IN ELEVATOR » |
Tenemos la construcción de una historia personal, una historia de éxtasis y de fascinación erótica que el libro-montage transforma en un escenario casi cinematográfico. Da vía libre a la pulsión escopofílica de Tom Wilkins. Los únicos hombres presentes en la imagen no están ahí sino para hacer quedar bien, con frecuencia se ven de espaldas y no se pueden identificar; pero una foto del 19 de septiembre de 1979 (#190) fue tomada una fracción de segundo demasiado tarde (« Badly Timed » dice el cartel) y vemos a un hombre de traje completo mientras que la mujer anunciada de escote profundo está a oscuras casi invisible. Prácticamente todas las mujeres son blancas; únicas excepciones, salvo error: mujeres negras el 31 de diciembre de 1978 (#92) muestran la durabilidad de los sostenes africanos (¿?), una bailarina aparentemente negra en ropa interior 8 de mayo de 1981 (#686), y una mujer árabe desnuda en una tienda de campaña el 21 de diciembre de 1980 (#587). Hay (pero únicamente a partir de finales de 1980, como si con el tiempo fuera más audaz) unas doce imágenes de escenas sexuales, exclusivamente entre dos mujeres (única excepción, un abrazo juicioso el 2 de enero de 1978): muchos « french kissing », y también imágenes más crudas y explícitas: « 17 I 1981, #618, off TV, movie. Girl in black dress making love to topless girl in blue shirt. Girl is sucking left tit and finger fucking pussy. [Una chica con vestido negro hace el amor con una chica sin camisa. Le chupa el pezón izquierdo y le soba la cuca] » Y las dos últimas imágenes de la colección, del 12 de enero de 1982 (#873 y 874) muestran a dos chicas abrazadas haciendo el amor, en una (aquí abajo) y chupándole el pezón a una tercera, en otra. Después de ese climax Tom Wilkins deja de fotografiar la pantalla.
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Tom Wilkins, « 12 ENE 82 #873 OFF T.V. MOVIE – THE SWITCH – TWO GIRLS MAKING LOVE » |
Las fotografías se pueden ver (y comprar) durante Paris Photo (del 10 al 13 de noviembre) en el stand de la Galerie Christian Berst (corto), que para la ocasión publica un librito en 500 ejemplares (recibido en servicio de prensa), que reproduce en página entera 150 de esas imágenes y las 101 páginas de 9 fotos cada una. Hay que saber que fotografiar una pantalla no es cosa fácil: esos polaroids con frecuencia son borrosos y su sentido de la composición discutible, lo que hace también su encanto. Además, Wilkins se interesa más por su acto de fotografiar que por la calidad de la imagen; la primera imagen, intitulada « 14 VIII 1978, In Jordan Marsh » (gran almacén en Boston) es además totalmente negra, un revés asumido. Francamente les aconsejo que vayan a ver esas fotos en Paris Photo.
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Portada del libro Type 42 [Anonymous]. « Fame is the name of the game ». |
El polaroid fue naturalmente una herramienta discreta y fácil para ese tipo de tomas que los puritanos Estados Unidos no podían tolerar y que posiblemente hubieran provocado una denuncia si hubieran sido tratadas por un laboratorio. Existe otro ejemplo de una práctica similar, la de un artista desconocido (hombre o mujer) conocido como « Type 42 », del nombre del rollo empleado. Él / Ella hizo aproximadamente 950 fotografías instantáneas de su pantalla de televisión (y parece que en algunos raros casos, de la pantalla de una sala de cine). Todas las fotografías representan actrices o cantantes que aparecen en películas, en general de busto, pero de manera menos sexualizada que en el trabajo de Tom Wilkins; algunas son bastante conocidas, otras son papeles secundarios o estrellas olvidadas de finales de los años 60 o principios de los 70. Algunas son europeas, principalmente francesas e italianas: Brigitte Bardot, Françoise Hardy, Romy Schneider, Anna Karina, Anouk Aimée, Catherine Deneuve, Sophia Loren, Gina Lollobrigida. Al contrario de Wilkins, hay una buena cantidad de afro-estadouniden ses. Todas no son bellezas. Sólo un hombre aparece en primer plano: Sean Connery, en la película Operación Trueno; los demás no son sino figurantes de segundo plano. En el marco de cada fotografía está escrito en capitales rojas, el nombre de la actriz y a veces (en 31 casos) sus medidas en pulgadas (Sophia Loren: 40-24-35), que aquella persona debía buscar por separado posiblemente en revistas o libros sobre las actrices; en otro caso, el nombre de la película. Type 42 mira muchísimo la televisión con su cámara en mano y tiene bastante tiempo libre. Las imágenes, difíciles de tomar, son un poco borrosas, fantasmagóricas, pixelizadas. ¿Será un hombre obsesionado con las mujeres? ¿Será una mujer fascinada por las actrices? Como escribe Cindy Sherman en la introducción del libro que presenta 120 de esas imágenes: «se trata de un estudio exhaustivo de lo que es ser mujer, como si el/la fotógrafo buscara la esencia misma de lo femenino».
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Miroslav Tichý, portada del libro Screenshots. |
Otro gran aficionado a las mujeres en pantalla es Miroslav Tichý. Como vivía a 50 km de Austria podía captar la televisión austriaca, mucho menos puritana que los programas de la televisión de la Checoslovaquia comunista. Como no podía tener un aparato polaroid, se confeccionó un aparato adaptado para la fotografía de pantalla y acumuló centenares de imágenes lo más eróticas y fantasmadas posible. Las desarrollaba él mismo y sin preocuparse por la censura pudo guardar aquel tesoro rebelde en su casa, la escapada más radical hacia un mundo de libertad y de ensueño que le estaba prohibido. Las ediciones Edizioni Galleria Periferia en Lucerna acaban de publicar un libro Screenshots, con motivo de la exposición que hicieron el verano pasado a partir del fondo de la Fundación Tichý Ocean de Roman Buxbaum. Es un libro de 250 páginas que presenta en la solapa de la portada veinte líneas en inglés (idem en alemán y en checo) por la artista belga Céline Mathieu. El libro y algunas de las fotografías están en venta en el Parcours Saint-Germain (del 2 al 25 de noviembre) en la librería de Clément Kauter. Como siempre con Tichý, la imperfección de sus imágenes intensifica su belleza.
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Tom Wilkins, « 27 MAR 81 #646 – ME WEARING 38B BEIGE PLAYTEX BEAUTIFUL ONES LACE BRA. PHOTOGRAPH WAS TAKEN USING A DRESSING MIRROR AND AN SX70 CAMERA. TOM WILKINS » |
Si las fotografías de pantalla de Type 42 y de Tichý son especialmente conmovedoras, la obra de Tom Wilkins tiene otra complejidad. Pues en la gran cantidad de polaroids que Sébastien Girard recuperó además de los álbumes, hay algunos autorretratos de Tom Wilkins, entre ellos éste de arriba, del mismo estilo que My TV Girls, pero en el cual oculta su cara a propósito con el aparato. El autorretrato lleva una leyenda en una etiqueta pegada en el margen del polaroid: « 27 III 1981, #646. Me wearing 38B Beige Playtex beautiful ones [?] lace bra. Photograph was taken using a dressing mirror and an SX70 camera [Yo con un hermoso sostén 38B beige Playtex con encaje. La fotografía fue tomada con un espejo de baño y un aparato SX70] », y está firmado Tom Wilkins, única aparición de su nombre (lo que le permite a Girard encontrar, después de una investigación casi policiaca de varios años, algunos elementos escasos sobre este señor, nacido en 1951 y fallecido en 2007, residente en el barrio de Jamaica Plain en Boston). La casi totalidad de las fotografías de My TV Girls demuestran que el autor tiene una (banal) libido masculina bastante poco sofisticada que privilegia los pechos generosos (más cerca de 50H que de 38B). Una sola imagen, salvo error, evoca la transexualidad pero con distancia: « 2 III 1980, #325, off TV, movie. That boy is really a girl [Este chico es en realidad una chica] ». Pero el autorretrato con sostén podría modificar el enfoque. Quizás sea un juego que recordaría los travestismos de Bascoulard por ejemplo, o el Fetichista, fascinado con las medias y leotardos como Wilkins con los sostenes, y que él mismo se pone; habría otra alternativa al recordar a Rrose Sélavy. Sébastien Girard tiene otros autorretratos de Tom Wilkins con ropa femenina, sostén, panti, et incluso toalla higiénica: más que un juego entre inocente y perverso, quizás estemos ante una ambigüedad de género, un deseo de androginia, incluso más. Es verdad que estamos lejos de la sofisticación de los travestismos de Alan Schaefer, fotógrafo profesional californiano que se transforma en April Dawn Alison, y, naturalmente, todavía mas allá de Pierre Molinier. Es un caso bastante ambivalente: por un lado Tom Wilkins se apropia cotidianamente, como predador-voyeur, de centenares de pechos femeninos para satisfacer sus fantasmas masculinos, y por otro lado a veces se transforma en mujer y asume para él mismo las características femeninas que tanto aprecia en sus «modelos» y de esa forma se escapa de una identificación de género demasiado cerrada. Travestismo equívoco sin duda alguna, pero ¿será suficiente para concluir en una intersexuación, transidentidad o no binariedad? Me parece que hay demasiada ambigüedad para afirmar que en él había una mujer; quizás otros autorretratos, cuando sean publicados nos aclaren más. ¿Su atracción por la escenas sexuales lesbianas es simple voyerismo o algo que lo atrae, un deseo participativo femenino? ¿Será esa la clave absoluta para descifrar su obra? Nunca nadie lo sabrá. Tom Wilkins se disimula al tiempo que se desvela.
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Tom Wilkins, « 19 DIC 82, BAD TIMING » |
El invento de los tesoros de Tom Wilkins sucede porque este hombre solitario poseía una colección extraordinaria de muñecas Barbie: después de su muerte su albacea llamó a un «barbiólogo» para que hiciera una expertisia de la colección y fue así que descubrieron los polaroids. También hay una colección (que quizás un día expongan) de polaroids y fotografías de juegos (a veces sexuales) entre muñecas Barbie, en su casa o afuera, que podría evocar, de manera más compuesta y más intuitiva, las puestas en escena de otro bostoniano, Morton Bartlett: es tentador imaginar un encuentro entre esos dos creadores de fantasmas. También hay fotografías de maniquíes en las vitrinas y refotografías de catálogos de lencería o de las páginas centrales de Playboy. Lo asombroso y significativo es que Tom Wilkins nunca fotografía mujeres en carne y hueso, solamente su imagen, su representación, ya sea en la pantalla de la televisión o a través de maniquíes, muñecas o imágenes imprimidas. Una singularidad que puede ser una forma de miedo (o, en todo caso, voluntad de distanciación) frente a la realidad, a lo corporal, lo vivo, y también una dimensión más conceptual de repropiación (sin pretender que fue influenciado por Richard Prince o Robert Heineken). Una de sus series polaroids se llama « Bad Timing »: se trata de 35 fotos fallidas, accionadas demasiado pronto o demasiado tarde, que pierden el momento decisivo pero que no destruyó. La mujer que miraba se vistió demasiado rápido o salió del campo, o la cámara no funcionó bien, o Wilkins se movió, la imagen es demasiado confusa... La galería Christian Berst se lo presenta (hasta el 14 de enero). Como con frecuencia, el error es creativo y la casualidad se impone. No hemos acabado de descubrir a Tom Wilkins.
Imágenes de Tom Wilkins cortesía de Sébastien Girard y Christian Berst.