9 de febrero de 2022, por Lunettes Rouges
(artículo original en francés, aquí)
André Velter & Ernest Pignon-Ernest, Au feu du désir même, Actes Sud, portada |
Yo no tengo la menor duda de que Guillaume de La Mercie existe verdaderamente, que nació el 23 de junio de 1945 en el castillo familiar cerca de Saint-Guilhem-le-Désert y que viajó por el Levante y La India. Pero no sé si desciende de los reyes de Mercia y en especial de este, al que le gustaban las nalgas carnosas. El tercero Guillaume el poeta, después el duque de Aquitania y el que nació Kostrowitzky; no escribe sino a través de sus cuatro heterónimos, los cuales, dice, «no son ni personajes ni testaferros sino emanaciones imperiosas». Udayan Amarushah, hijo de caravaneros, nació el 7 de septiembre de 1980 al pie del Himalaya y restaura palacios de mármol. Antonio Cavalcanti, llamado Libertinus, hijo de un tipógrafo, nació en Roma el 20 de marzo de 1971 y edita libros libertinos. Raimon Raffélis nació el 29 de febrero de 1976 en Forcalquier, hijo de la Provincia negra, desciende del trovador Jaufré Rudel, loco de amor por la condesa Hodierna de Jerusalén, en los brazos de quien expira al final de su viaje en Tierra Santa. Juan Manuel Garcigrande, llamado El Juan, nació en Ronda el 7 de mayo de 1987, se dice condottiere, toca flamenco y afronta los toros.
André Velter & Ernest Pignon-Ernest, Au feu du désir même, Actes Sud, págs 4-5 |
André Velter & Ernest Pignon-Ernest, Au feu du désir même, Actes Sud, págs. 58-59 |
Se trata de cuatro enfoques del amor, cuatro declinaciones eróticas, cuatro celebraciones del placer, cuatro emblemas del cuerpo femenino que se extienden voluptuosamente. Cuatro restituciones intensas de los juegos del amor y de la carne, cada una con su perfume, uno más refinado, otro más sentimental, el tercero más brutal y crudo y el cuarto más acongojado. Les regalo uno, uno solo, uno de los más discretos, aquí es suficiente: «Estás desnuda / De día de noche / Las horas sin hora / Un sol declina lentamente / Que reaviva su ser su nombre / Su cuerpo de estrella». Todos suenan bien, livianos, ácidos, atrayentes; la única objeción, un juego de palabras algo torpe página 115 («Fotos / Habrá / Tantas tomas de imágenes / Como de usted»).
André Velter & Ernest Pignon-Ernest, Au feu du désir même, Actes Sud, páginas 86-87 |
Y la razón por la cual comento este libro es que cada uno de los poemas acompaña un dibujo (en vez de lo contrario: los dibujos no ilustran los textos). Cuerpos enredados, penetrando y penetrados, de curvas ardientes, trazos de lápiz, de pluma o de pincel, a veces cepillados ampliamente, otras más finos (uno de ellos pág.89 es tan fino que evoca un grabado de Bellmer). Cuerpos y cuerpos, y la emoción nace tanto del texto como de la imagen.
André Velter & Ernest Pignon-Ernest, Au feu du désir même, Actes Sud, páginas 94-95 |
El par de cómplices que responden por esta obra erótica ya llevan veinticuatro obras en común. André Velter escribe y Ernest Pignon-Ernest (me gusta escribir sobre él) dibuja: son sus cuadernos de croquis capturados en vivo desde hace varias décadas. Otra de sus empresas en común (quizás escriba sobre eso) fue Pour l'amour de l'amour, Figures de l'extase, 2008, en el cual nos presentaban los cuerpos de las grandes místicas, de María Magdalena a Louise de Néant y unían erotismo y religión. Placer delicado y refinado.
Libro recibido en servicio de prensa.
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