mercredi 4 novembre 2020

Resumen Octubre de 2020, y algunos libros de fotografía

 


31 de octubre de 2020, por Lunettes Rouges


(artículo original en francés, aquí)


Este mes 12 reseñas 


1 de octubre : Detrás de cada gran mujer artista se esconde un hombre (Ana Vidigal)


de octubre : Las extraordinarias cartas ordinarias de Adrianna Wallis


de octubre : Calle de la Esperanza, ¿callejón sin salida? (Riccarda Montenero)


de octubre : Macro y micro (Michelangelo Penso, Dove Allouche, Juliana Borinski)


de octubre : Man Ray y la moda «¿entretenimiento mundano e inútil?»


de octubre : Hacer frente: Museo de Arte moderno y contemporáneo de Palestina


de octubre : Memorias compartidas, fotografías y vídeos de artistas árabes


11 de octubre : Inquietudes en el Chiado (Todd Hido, Antonio Faria, Shahar Marcus)


13 de octubre : Resistencia, dicen ellos


18 de octubre : Koudelka: LA ruina


21 de octubre : Chirico durante la Guerra


25 de octubre : Victor Brauner: Ocultismo y erotismo


Libros recibidos


La Maison Bonfils, Une aventure photographique entre Cévennes et Moyen-Orient, Paris, Bernard Chauveau, 2020 (112 páginas). Catálogo de una exposición (interrumpida por el confinamiento) en el Musée du Colombier de Alès, bajo la dirección de Laetitia Cousin y Mathilde Falguière-Léonard, en asociación con la MAP. En 1867, Félix y Lydie Bonflis, protestantes de Cévennes, se instalan en Beirut y abren un estudio de fotografía que conservan hasta la primera guerra mundial. Instalados después de los pioneros, producen vistas turísticas de la región, incluyendo  Egipto y Turquía y especialmente la Tierra Santa, con recreaciones de escenas bíblicas y de «tipos» locales. Son imágenes de diferentes calidades destinadas a los europeos, turistas, peregrinos o «viajeros inmóviles». La casa Bonfils también produce álbumes encuadernados que tienen mucho éxito, y la casa es dirigida por la señora Bonfils sola: su marido vuelve a Francia en 1875 y ella se queda con su hijo Adrien (quien dirigirá la casa entre 1885 y 1901); quizás ella pueda considerarse la primera mujer fotógrafa en la región aunque las fotografías vayan firmadas Bonfils, sin nombre. Es un libro bien documentado con más de 100 reproducciones.  


Bruno Fert, con Elias SanbarLes Absents, Marseille, le bec en l’air, 2016 (120 páginas). Los ausentes son aquellos que fueron sacados, expulsados, aquellos que limpiaron étnicamente, aquellos que también llamaron de forma obscena, «presentes, ausentes». Son aquellos cuyo ocupante quiere borrar la huella pero sus pueblos perduran en ruinas a pesar de las destrucciones, testigos de su presencia pasada  (y a veces también quedan las higueras de pala). Para cada imagen (hay unas cincuenta de treinta ciudades o pueblos, de los quinientos destruidos), Bruno Fert da el nombre (de antes, borrado desde entonces), las coordenadas GPS y la fecha de la destrucción: a veces solo vemos piedras, a veces tumbas o alguna edificación en ruinas. Los fantasmas de los muertos, de las mujeres violadas, de los expulsados rondan por las ruinas, «veladores obstinados de una tierra que han vaciado de sus hijos». Del mismo modo que los descendientes de los habitantes expulsados mantienen la memoria, mancha indeleble sobre el nuevo estado creado sobre sus ruinas, del mismo modo las fotografías muestran la persistencia de las huellas y la resiliencia de los indigenas. Bonito texto de Elias Sanbar («las fotos no muestran. Develan y le otorgan a la mirada la capacidad para entender») La portada del libro (bilingüe francés-inglés) es un mapa antiguo con once agujeros que dejan ver lo azul de la primera página; uno de ellos se llama Deir Yesin (o Yassin).


Robert Capa, La Mort en marche, Paris, Delpire, 2020 [1938] (112 páginas). Nada que ver con el hecho de que Capa se pusiera al servicio de la propaganda de la colonización en marcha del libro anterior. Este libro es una reedición traducida del libro Death in the Making de Capa y del periodista Jay Allen sobre la Guerra de España en 1938, comprende también fotografías de Gerda Taro a quien el libro está dedicado (quizás más de las 25 acreditadas, pues sabemos que Capra se apropió algunas de las fotografías de su pareja) y unas doce de David Seymour / Chim (pero Kertesz, acreditado por la composición no tiene / ya no tiene fotografías). El libro de 1938 estaba firmado por Capa y Taro, pero el nombre de ella desapareció como co-autora principal en esta reedición y no aparece sino en subtítulo. Son imágenes de guerra y de soldados claro (en la portada, la famosa imagen controvertida del soldado que matan en el frente de Córdoba), y también de civiles, campesinos, mujeres del pueblo, curas vascos, escenas de la vida cotidiana a pesar de todo. Nota final de Cynthia Young (curadora del Archivo Capa en el ICP) sobre la primera edición y esta reedición. Es una buena iniciativa haber traducido e imprimido este libro tan difícil de encontrar y tan costoso (y citando ella al agente Peter Köster, cuya calidad de impresión era muy mala). También ha sido reeditado en inglés.  


Tendance Floue, Azimut, une marche photographique en France, Paris, Textuel, 2020. (288 páginas). Entre marzo y octubre de 2017, 33 fotógrafos (15 del colectivo Tendance Floue y 18 invitados por ellos de los cuales 10 mujeres), recorrieron desde Montreuil hasta Saint-Jean-de-Luz,  cada uno a pie, entre 80 y 250 kilómetros durante unos diez días, lo que significa un periplo de 4267 kms en nueve meses, que atraviesa Francia de norte a sur y de este a oeste pasando por Borgoña, el Morvan, el Macizo Central, las Cevenas, el litoral de Languedoc, la Cataluña francesa (en donde se demoraron) y el Piamonte pirineo. Un proceso programático cuya única regla es encontrarse con el relevo un día a una hora dados. Escribieron un diario y fotografiaron paisajes, huellas, personajes, a ellos mismos algunas veces (Kourtney Roy). Se trata de un conjunto bastante variado, bastante desigual, un descubrimiento de la Francia profunda por «parisinos disfrazados de hombres del bosque» (Julien Mignot), que se extrañan de que se viva en tanta precariedad (Yohanne Lamoulère), que se mire BFM TV (Bertrand Meunier) y que se vote FN (Denis Bourges), un eco de la primera vuelta (presidencial) en los carnés, ninguno de la segunda; y que descubren no sin condescendencia a los pueblerinos de las regiones (Stéphane Lavoué, Clémentine Schneidermann). Como pasaron, por casualidad, por dos pueblos que conozco muy bien, dan ganas de reírse un poco. Muchos viajaron con un o una amiga, algunas veces imaginario/a (Meyer), o siguieron en contacto cotidiano con su chamán, su psicólogo o su gurú, y uno de ellos tuvo pesadillas, pues como en las películas de horror, soñó que los paletas lo iban a matar y a comérselo (Antoine Bruy). Entonces, olvidemos sus pequeños textos excepto dos (muy buen texto de Mouna Saboni y poema sobre «la seguridad» de Yann Merlin), y miremos sus fotos en silencio. El único que no escribió sobre sus estados de ánimo es Thierry Ardouin, quien presenta bonitos cianotipios de plantas y animalitos. Aunque muchos retratos son bastante buenos y me gustaron los detalles en el suelo de Pascal Dolémieux, un trabajo menos convencional que el de otros, encontramos, en el otro extremo, el infantilismo de Mat Jacob y José Chidlovski que no quieren caminar. En cambio, Olivier Culmann no toma ninguna foto, pero en su lugar hace dibujos (como Benoît Grimalt: está lloviendo, no tiene batería, mapa borrado) y redacta un breviario para sus compañeritos sobre algunas fotos hechas durante este periplo un poco loco, y como si nada, hace una crítica mordaz del programa. El libro acompaña exposiciones en las Photaumnales y en el Museo Niepce; antes el trabajo había sido editado en forma de cuadernos


Libros recibidos en servicio de prensa, excepto el segundo.


 



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