mercredi 5 juin 2024

El exilio, otra vez


28 de mayo de 2024, por Lunettes Rouges,

(artículo original en francés, aquí)


May Murad, La Duda, serie « Human Error », acrílica sobre lienzo, 114x146cm, 2022-23


Después de los museos en exilio y el museo gazatí instalado en donde Bourouissa, he aquí una tercera ocasión, para que una «mecenas» reaccionaria, se queje del «wokismo propalestino» del Palacio de Tokio e intente censurarlo. Después de las obras en exilio, he aquí a los artistas en exilio en una exposición, Dislocations (hasta el 30 de junio), iniciada por esta asociación de apoyo a los artistas en exilio (aquí hice la recensión de uno de sus libros sobre los artistas sirios en exilio). Las dislocaciones son lesiones, desgarros violentos, desplazamientos, y después, intentos de reconstrucción, síntesis de lo que pasa en diferentes lugares, combates presentes y traumatismos pasados. Y es una artista gazatí que abre la exposición (y esta reseña) como se debe. Ya hablaba de ella por esta exposición sobre el exilio hace cuatro años. 


May Murad, Desaparición, serie « Human Error », acrílica sobre lienzo, 114x146cm, 2022-23


May Murad vive en París lejos de su tierra ocupada, vive impregnada de nostalgia y soledad, de tristeza y de rabia. Su casa natal acaba de ser destruida. Sus autorretratos la representan en su interior familiar hoy desaparecido, como si fuera un fantasma diáfano, vestida con un traje largo blanco, transparente y fúnebre, con trajes de color, desdoblada y temblorosa dentro de una imagen de colores dislocados, mientras que una ventana de computadora viene a obliterar el cuadro: cargando, fase latente o mensaje de error, carpeta inubicable, por encima de la imagen de un Merkava amenazador. No sabríamos decir mejor la dislocación entre recuerdos y realidad e imposibilidad para confrontarse con la catástrofe. Pensamos en el desastre desmedido de Jalal Toufic, que inspira a muchos otros artistas de la región. Aquí la artista cierra los ojos, buscando un refugio, como una negación, una fuga ante el horror. 


Bissane Al Charif, serie «Pianola », técnica mixta sobre papel, 28x38cm, 2022-23


Nueve artistas proceden de Medio Oriente (los otros de Afganistán, Pakistán, Myanmar y Ucrania). Destaca el leporello de recuerdos de la resistencia de Randa Maddah(o Mdah), procedentes del Golan ocupado y que yo había visto hace tiemposlos cianotipos nostálgicos del viaje de exilio a los 19 años, de la siria Sara Kontar, y la serie de autorretratos verdes alucinados de ojos bien abiertos sobre el mundo, de la siria Bisane Al Charif, pintados en papel para piano mecánico. Diarios íntimos de exilio. 


Ali Arkady, (contra la pared) Mossoul, monolitografía sobre piedra, 55x90cm, 2021 ; (en el suelo), Ecos de la Memoria, monolitografía sobre piedra, 2019-23


Me emocionaron las ruinas del irakí Ali Arkady, uno de los pocos hombres de la exposición, fue foto periodista en Mosul en 2016 y tuvo que exiliarse después de su reportaje Kissing Death (que condujo a este libro). Llegó a Francia y siendo estudiante en la ENSBA descubre una viejas piedras litográficas: imprime algunas de sus imágenes de guerra en las piedras, superponiendo así las memorias y las deja en el suelo, de cualquier manera, rotas, abandonadas. Trágica universalidad de los bombardeos, entonces y ahora, por todas partes. La dislocación es una rotura.


Catálogo en forma de fichas, dos por artista.





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