1 de octubre de 2014 por Lunettes Rouges
(Original en francés aquí)
En esta exposición en el 104 (hasta el 24 de octubre) se trata de "pensar el mundo de otra manera", pero también mucho se trata de catástrofe y ruina; probablemente esté ligado al hecho de que la comisaria y la mayoría de los artistas (cinco o siete) son originarios del Medio Oriente, puede que en el aire floten las teorías de Jalal Toufic sobre el desastre desmedido (que parece haber influenciado a tantos artistas libaneses contemporáneos), pero es también que a veces nos parece que el único filtro de lectura que podemos tener del mundo de hoy es el de la ruina, ya sea que la tratemos irónica o trágicamente.
Lamia Joreige, Beyrouth, Autopsia de una ciudad, (Icon of Saint George and the Dragon, collection Tania et François Mehanna, foto Agop Kandeljian |
Lamia Joreigeh, nos cuenta las catástrofes que, a través de los siglos cayeron sobre Beirut, de los misteriosos Pueblos del Mar a los mucho menos misteriosos soldados Tsahal. Combina historia y mito, grabados de bombardeos antiguos y fotos de ataques contemporáneos, y, siguiendo su hilo del tiempo, uno se maravilla por la supervivencia de esta bella ciudad y por la tenaz resiliencia de sus habitantes. Su compatriota Ali Cherri enfoca esta historia de crisis perpetuas a través de la geología y de las fallas sísmicas que recorren la región, mientras que otro libanés, Siska, extiende por el planeta uno de los problemas que afectan su ciudad, la escasez de electricidad.
Estefania Penafiel Loaiza, buscando una luz guarda humo, 2007 -2014, instalación |
Esta imposibilidad de decir la catástrofe, Estefania Peñafiel Loaiza la traduce ocultando fotografías, de incendios de edificios durante disturbios, bajo una luz roja que no deja ver nada, que anula la historia. Historia anulada también la del estado palestino en la instalación trágicamente irónica de Larissa Sansour (de la que ya he hablado mucho) : puesto que la realidad del conflicto es tan difícil de mostrar, construyamos una utopía más allá de la esperanza.
Adel Abidin, Al Warqaa, 2013, instalación, 190x600x400cm |
Es la esperanza misma la que Adel Abidin asesina, encadenando el alma al suelo, anclándola con pesos que le estorban, recordando la imposibilidad de emanciparse, sinfonía mortuoria de los adolescentes emo de Bagdad o poema de Avicena.
Bill Blaskas, Partenón Rising (II), 2011, captura de pantalla video |
Y (como ya conozco bien la obra de Sansour y de Peñafiel) la obra que más me impresionó fue la de Bill Balaskas : una noche cada año, los visitantes tienen acceso al Partenón en la oscuridad, y le toman fotos con flash al monumento. El templo mítico símbolo de la grandeza desaparecida de una Atenas hoy derrumbada, No aparece sino como un fantasma tembloroso ante los rayos de los flashes. La imagen de postal diurna que por la noche se convierte en un dibujo irreal y algo preocupante, adquiere así, en ese entre dos, otra realidad, más antigua, más mitológica, más esencial. Quizás sea solamente con el brillo de esas luces de flash irrisorias que la ruina se escapa de su estatuto, se salva de la catástrofe.
Ackroyd and Harcey, Life on Life, 2014, vista de la exposición |
También en el 104, y quizás por algunos días, las fotografías de Ackroyd & Harvey sobre carteles de hierba fotosensible : retratos de los visitantes del 104 impresas según ese proceso anacrónico y único, en tonos que van del verde oscuro al amarillo quemado, borrándose poco a poco (de ahí le fecha incierta de clausura), vivas, frágiles y efímeras, futuras ruinas. Ellos también juegan con la fotografía.
Fotos del autor, excepto Penafiel, cortesía de la artista y Ackroyd & Harvey, cortesía del 104
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