mardi 8 décembre 2020

El régimen israelí de ocupación, archivo fotográfico (1967-2007), Ariella Aïsha Azoulay

 


6 de diciembre de 2020, por Lunettes Rouges


(artículo original en francés, aquí)


Ariella Aïsha Azoulay, Acto de Estado, Archivo municipal de Lisboa, 2020, f. del autor


El archivo municipal de Lisboa presenta (hasta el 9 de enero) una exposición/instalación de la filósofa e historiadora Ariella Aïsha Azoulay, quien se define como palestina judía y no como israelí, y actualmente vive y enseña en los Estados Unidos. Muestran algo más de 700 fotografías, entre 1967 y 2005, sobre la ocupación israelí de Palestina. El conjunto se intitula Acto de Estado con el subtítulo «el régimen israelí de ocupación, archivo fotográfico (1967-2007)»; las fotografías y sus textos, cada una fijada precariamente con cuatro alfileres, están ordenadas en cenefa de tres hileras a lo largo de las paredes de la sala, año por año. Los años más representados son 1967 con 78 fotos, luego 1988, 1969, 1968 y 1987, esos cinco años representan dos tercios del conjunto. Las fotos fueron tomadas por unos 70 fotógrafos, ya sea individualmente o como miembros de colectivos de fotógrafos como Active Stills e Israel Sun, o por oenegés como la organización por los derechos del hombre B'Tselem (la cual, desde entonces, entrega cámaras fotográficas o de video a palestinos para que puedan documentar la ocupación) o la organización de militares resistentes Breaking The Silence (anónimos). Con pocas excepciones, todos los fotógrafos residían en Israel y Palestina, no hay «grandes reporteros» de paso, que después siguen para otra parte; alrededor del 80% son judíos israelíes, los demás son palestinos y unos pocos extranjeros radicados en el país (como la francesa Anne Paq de Active Stills). Entre ellos pocos nombres conocidos fuera de la región: Miki Kratsman, Anat Saragusti, Rina Castelnuovo, la artista Aïm Deüelle Lüski (con esta imagen de una transferencia de mercancías entre Israel y Palestina, tomada con una cámara oscura «pita» de aberturas múltiples, en fotografía horizontal). Ariella Aïsha Azoulay reunió esta colección, la anotó y comentó y se la dio al Gabinete de la Fotografía del Centro Pompidou para que le sea accesible a los investigadores (pero hasta ahora Pompidou no la ha mostrado). El catálogo sólo existe en hebreo y en italiano. No podemos hablar solamente de fotografía documental puesto que cada imagen está puesta en perspectiva con un comentario de Azoulay que no solamente describe la situación sino que también hace resaltar los mecanismos del poder detrás de la imagen. 


Miki Kratsman, Jenine, 2001


En efecto, en estos textos como luego en sus librosAriella Aïsha Azoulay analiza la fotografía como medio de resistencia, un espacio en el cual los participantes (fotógrafos, fotografiados y espectadores) no se dejan reducir al papel al que el poder del régimen imperial le gustaría obligarlos, y rehusan ser segregados entre ciudadanos y no ciudadanos. Al mostrar a través de esas imágenes, cómo los Palestinos pueden pedir reparación por los crímenes cometidos contra ellos, la fotografía permite identificar y rechazar los mecanismos de justificación del régimen: en lugar del «maestro fotógrafo» occidental a la Magnum (ver Capa) que sería el autor y propietario del evento fotografiado, a expensas de las víctimas pasivas, esas fotografías, entendidas como lugares de interacción entre fotógrafos, fotografiados y espectadores, que hayan sido tomadas por judíos israelíes o por palestinos, muestran el rol activo de los Palestinos. Como dice Azoulay, ese corpus no es un archivo del sufrimiento de los Palestinos sino un archivo del desastre causado por el régimen que los desposee de sus bienes e intenta desposeerlos de su historia. El objetivo de este archivo es rehusar las categorías impuestas por el régimen imperial («terrorista», «motín», «detención administrativa»,  «checkpoint», «no-ciudadano») y volverlas inoperantes; establece un marco para estudiar el desastre causado por el régimen imperial no como un hecho consumado sino como un estado de cosas evitable y reversible. 


Anat Saragusti, Lugar sin especificar, 1983


En lugar de detallar la violencia, los prisioneros, los heridos, los muertos, las humillaciones, las destrucciones, las expulsiones, a lo largo de las imágenes, yo quisiera simplemente mostrar un aspecto, el del retrato voluntario, justamente como, una interacción entre los actores de la fotografía. Aunque el hombre torturado por el Shabak (foto B’tselem 1998) tiene la cara disimulada por prudencia (Kratsman, Bethléem, 1993), otros deciden mostrarse a cara descubierta, por ejemplo Zakaria Zubeidi, uno de los jefes de la resistencia en Jenine, cuando los servicios israelíes ignoran todavía sus rasgos; por orgullo él le pide al fotógrafo Miki Kratsman que lo fotografíe (arriba), es un gesto imprudente pero digno y orgulloso (Krastman pondrá otro retrato de Zubeidi, de pie en la entrada de su exposición en el Museo de Israel). Otra interacción que pone al mismo nivel al fotógrafo y al fotografiado, para dar testimonio a expensas del pudor, Daoud Atya, 19 años, fotografiado casi desnudo por Micha Kirschner en 1984, inválido después de que fuera herido por la policía de la frontera israelí, ya no puede mantenerse derecho; también esta jovencita fotografiada por Anat Saragusti en 1983, que se levanta la blusa y se abre el pantalón para mostrar la cicatriz de una herida por bala, gesto impúdico pero de orgullo que la fotografiada asume queriendo únicamente dar testimonio, sin odio, sin reivindicación. Ya hablé de la señora Abu Zaheir (ou Zohrir), que quiere que fotografíen las heridas de sus piernas pero que no quiere desnudarse delante del fotógrafo Miki Krastman, un hombre y por añadidura judío: ella negocia la toma, negándole al fotógrafo el papel dominante, acepta que la fotografíe (preparada por Kratsman y tomada por la interprete, una mujer árabe) y que la distribuya, habiendo entendido bien la diferencia entre el evento fotografiado y su resultante. Orgullo resistente o voluntad resiliente para dar testimonio, esas fotografías son ejemplos del «contrato civil» entre los participantes al evento fotográfico al otro extremo de la dominación clásica en fotografía : también eso puede enseñarnos Palestina. 



Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire