jeudi 12 septembre 2019

Original, copia, serie (Daniel Blaufuks)


07 de septiembre, pr Lunettes Rouges





Daniel Blaufuks, Copia original, 2019, (gal. Vera Cortes), tasa y su reproducción, 18x38x32cm

Copia, dice. Incluso es el título de la exposición, «Copia original», de Daniel Blaufuks en la galería Vera Cortés (hasta el 14 de septiembre). Y es verdad que hay una copia, idéntica, la de una pequeña tasa de cerámica de estilo chino, puesta sobre una repisa al lado de la original (y, ¿cuál es la copia, cuál la original?). El resto son cincuenta fotos de la tasa (o ¿de la copia?), todas o casi en la misma posición, todas o casi bajo la misma luz lateral (a veces se ve una imagen burda de la ventana, como una J más clara sobre las rayas verticales de la tasa), todas, se imagina uno, hechas con la misma cámara y el mismo rollo (o ¿serán numéricas?, no lo sé), pero todas son diferentes por el efecto de la intensidad de la luz, yendo del encandilamiento total a la oscuridad casi completa, y entre los dos, todas las faces de lo visible. No parece que haya un orden predefinido para colgarlas y numerarlas, y damos un paso de una tasa clara (si me atrevo) a una oscura. 

Daniel Blaufuks, Copia original, 2019, (gal. Vera Cortes), vista de la exposición

¿Es la fotografía una copia? ¿Pero una copia de qué? ¿Del objeto inicial reproducido (un paso hacia la teoría de la indexicalidad)? Y no hay ninguna necesidad de pedirle ayuda a las Brillo Boxes (como lo hace el autor del texto de presentación, Joël Vacheron), cada quien sabe bien que la representación no es el objeto. Entonces, ¿la fotografía no será sino la copia de una imagen original, el negativo o el fichero electrónico? Pero, y ¿qué hay de la inversión positivo/negativo? (Michel Frizot es uno de los raros historiadores/teóricos de la fotografía que se ha interesado por el negativo y su estatus), ¿qué hay de los efectos de revelado? (y con la ciencia del técnico de revelado), ¿qué hay de la post-producción?

Daniel Blaufuks, Copia original, 2019, (gal. Vera Cortes), fotografía, 30x45cm

Esas imágenes forman una serie (y Blaufuks sabe hacerlas), y una serie, es mucho más que una copia, es una presentación detallada en función de parámetros variables, luz, tiempo, técnica. Puede ser tan sencillo como las investigaciones conceptuales de John Hilliard, puede ser tan lineal y sencillo como la luz sobre la catedral de Bourges de Laurence Aegerter, o puede ser tan complejo como los Monet, la serie Almiares y la de las Catedrales de Ruan a cada hora del día, en cada estación. La cuestión aquí no es tanto qué es una obra original, y de qué manera el desplazamiento en un espacio cultural hace de un objeto ordinario o de su representación (Wharol) una obra de arte, la cuestión no es la perfección de una copia idéntica y cómo la exploración de un facsímil puede reforzar el aura de la obra original (como dice este ensayo de Latour y Lowe, citado por Vacheron). No, me parece que la cuestión aquí es, una vez más, el agotamiento de la imagen, la manera como un artista va al fondo de la indexicalidad, batiéndose contra la imposibilidad de la representación. 

Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire