mercredi 18 septembre 2019

Censura transgénero : Darger no es políticamente correcto

12 de septiembre de 2019, por Lunettes Rouges






Michael Bonesteel

Al redactar mi reciente critica del libro sobre Henry Darger, en el cual Michael Bonesteel escribió un ensayo, descubrí por causalidad en internet, las desventuras de este último. Este estadounidense sesentón es el autor de un libro de referencia sobre Darger, «Henry Darger: Art and Selected Writings», en 2001. Empezó a enseñar en 2003 en la muy reconocida SAIC, School of the Art Institute of Chicago; y como no tenía sino un modesto BA de la Universidad de Wisconsin, y no un Ph.D., no era sino «Adjunct Professor» (es decir sin «tenure», fácilmente revocable). Su clase trataba del arte outsider y sobre los comic books.

Henry Darger

El 12 de diciembre de 2016, en su clase sobre el arte marginal, presentó la obra de Henry Darger y opinó que las niñitas con penis eran el resultado de las violencias sexuales traumáticas que Darger habría soportado siendo niño. Un estudiante transgénero llamado Jos Demme dijo que se había sentido ofendido con esa afirmación, él mismo era transgénero sin haber sufrido jamás por violencias sexuales y dijo que la identidad sexual no era el resultado de un traumatismo; añadió que no había ninguna prueba de que Darger hubiera sufrido tales violencias. Bonesteel le respondió que en efecto no había ninguna prueba pero que era la opinión de la mayoría de los investigadores sobre Darger. 
El 14 de diciembre, tras la demanda de Jos Demme, Bonesteel fue recibido por uno de los Decanos de la SAIC quien le aconsejó primero que se excusara y que luego documentara su propósito.
El 16 de diciembre, Bonesteel mandó un correo de excusas por haber ofendido sin querer al estudiante y reconocía que hubiera debido tratar este tema con más tacto, al tiempo que los estudios sobre Darger y la disforia de género.

Gerard Jones, Men of Tomorrow: Geeks, Gangsters, and the Birth of the Comic Book, 2004, portada

Ese mismo día, durante su clase sobre los comic books, tras una discusión sobre el libro «Men of Tomorrow: Geeks, Gansters, and the Birth of the Comic Book» de Gerard Jones, otro estudiante transgénero, Gabe Howell, acusó el libro, a su autor y por lo tanto al profesor Bonesteel y a la SAIC, de antisemitismo, racismo y homofobia. Yo conozco bien a Darger y en cambio no he leído ese libro, pero la revista académica American Jewish History, poco sospechosa de antisemitismo, hizo una crítica elogiosa y lo describió como «a story of Jewish heroes and Jewish villains».

Alan Moore & Brian Bolland, Batman . The Killing Joke, 1988, extracto

Ese mismo día, en la misma clase, durante el intermedio, Bonesteel discutió con otro alumno sobre la novela gráfica «Batman: The killing Joke» y la posible violación de Barbara Gordon por el Joker. El mismo Gabe Howell interrumpió la conversación y dijo que la discusión sobre la violación lo molestaba y que Bonesteel no tenía derecho a pronunciar la palabra «violación» en clase sin avisar con anticipación a través de un «tigger warning», es decir avisar con anticipación que el tema de discusión sería sensible y que podría ofender a algunos.
Jos Demme demandó a Bonesteel, Gabe Howell también demandó, y, poco después otro estudiante transgénero también demandó pues todo eso lo había perturbado. Esas demandas fueron hechas según el Title IX, una ley que prohíbe la discriminación sexual. No son demandas judiciales sino recursos ante la dirección de la SAIC.
Bonesteel fue convocado y no hubo confrontación con sus acusadores, no pudo leer sus demandas y el proceso debe ser secreto. A pesar del apoyo de los demás estudiantes y profesores y a pesar de que las evaluaciones de los cursos fueran superiores a 4 sobre 5 (un estudiante escribió en su evaluación que había algunos estudiantes que no se sentían bien con la violencia de ciertos documentos y que no querían aceptar que a veces la historia es violenta, y que Bonesteel intentó explicarles de manera profesional y pedagógica), Bonesteel es sancionado por la dirección del SAIC por extenuación sexual ligada al género. Pierde su contrato multi anual y tendrá sólo uno anual precario con la condición de que haga un curso de reeducación sobre el género; sus tres clases sobre los cómics books se las entregan a otros profesores; sólo conserva su clase sobre el arte marginal pero tiene que revisar el programa y hacerlo aprobar por la dirección; y, a causa de la reducción de sus horas le suprimen su seguro médico.
Bonesteel prefiere renunciar el 15 de junio de 2017. Desde entonces continúa sus investigaciones de manera independiente, escribe (así en el libro sobre Darger que despertó mi interés), y enseña arte marginal en un centro de educación permanente, el Centro de Arte de Evanston (Illinois).
La mayoría de reacciones denuncian esta censura y la operación por parte de un grupo de estudiantes LGBT contra la libertad académica, con el pretexto de una ley (bienvenida) anti-discriminación, para influir sobre la sustancia de un curso, sobre las obras o documentos que allí se analizan, y la libre opinión del profesor.
El arte marginal, arte popular, es duro, es violento, tiene prejuicios sexistas y racistas. ¿Es una razón para no estudiarlo? Laura Kipnis, que escribió un libro sobre los extravíos tóxicos del Title IX en la universidad, escribió un tuit: «¿Censurar la palabra en una escuela de arte? Duchamp se revuelca en su tumba».

Fuentes:
El mejor artículo está reservado únicamente para los suscriptores. Pero pueden leer:
Rawvision (del cual Bonesteel fue colaborador de vez en cuando)

y no resisto el placer de compartir con ustedes esta diatriba contra Bonesteel y contra el arte degenerado de Darger, que vale su peso en mostaza: el profesor está furioso pues ya no puede enseñar que la violación y la tortura de niños es arte...


Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire