dimanche 17 juin 2018

Vagit-prop (Cosey Fanni Tutti)


12 de junio de 2018, por Lunettes Rouges

(artículo original en francés, aquí)


Logo COUM Transmissions



¿ Con qué derecho un hombre, heterosexual, que tenía 20 años en mayo del 68, se permite criticar una exposición « feminista » ? En la inauguración de prensa de A Study in Scarlet, en el Plateau (FRAC IdF, hasta el 22 de julio; por casualidad, es el titulo del primer Sherlock Holmes) daba la impresión de que eso pensaban algunas de mis « colegas »; yo era uno de los únicos hombres presentes. Pues bien, en lugar de parafrasear el comunicado de prensa adornándolo de consideraciones más o menos militantes y repitiendo sin cesar « gender studies » y « queer », tengo la intensión de CRITICAR las exposiciones que veo. Boris Groys decía, me parece, que la finalidad de la critica, es cuando se pasa de un enfoque + o – (me gusta o no y digo porqué), a un enfoque 1 o 0 (o hablo, aunque sea copiando el comunicado de prensa, o no hablo, sin explicar porqué); al leer la prensa especializada, a menudo se ve que por ahí andamos. Aunque las obras estén unas al lado de otras de sala en sala, esta exposición (prohibida a los menores) tiene dos partes diferentes : una histórica, en torno a la artista plástica y musical Cosey Fanni Tutti y de sus cómplices (¿matriarcas?) de la escena feminista radical de los años 70 y 80; y una parte contemporánea en la que varios artistas intentan actualizar ese discurso. La primera parte es apasionante, la segunda debilucha.



Affiche de l’exposition Prostitution à l’ICA Londres 1976


Cosey Fanni Tutti (recordemos brevemente que el origen del seudónimo está inspirado en Mozart« las mujeres cambian de amor mil veces al día, lo hacen todas ») hizo primero performance y música en el grupo COUM Transmissions (logo explícito aquí arriba), luego en Throbbing Gristle (el cartílago palpitante : no es necesario explicar) : música industrial particularmente transgresora,
performances corporales extremas (Chris Burden, que no es nada puritana, salió de una performance en el Art Institute of California en 1976 declarando : « i Eso no es arte, es la cosa más asquerosa que he visto ! i Esa gente es enferma ! »). Y al mismo tiempo para ganarse la vida y para afirmar un « feminismo pro sexo », trabajaba en la industria pornográfica como actriz y modelo. En 1976, el ICA presentó la exposición Prostitución en torno al grupo COUM, y fue un escándalo
las páginas de los periódicos porno con fotos de Cosey desnuda desencadenaron la ira de los políticos y de los representantes oficiales. 


Throbbing Gristle Promo Card A, 1980


Su fuerza reside en su capacidad para infiltrarse y molestar, ya sea con respecto a la pornografía (recoge los argumentos de sus colegas e inculca una dosis de revolución) o al arte. Al poner el arte y la pornografía en el mismo nivel, manipula los códigos, ejerce una deconstrucción política y económica (el cuerpo mercancía) más que propiamente « de género ».. Todo eso data de una época en la que el feminismo era un discurso revolucionario, radical y abierto. 



COUM Transmissions « Rectum as Inner Space »


Cuando vemos la dificultad en los esfuerzos sin inspiración de artistas contemporáneos que intentan ponerse en su nivel, nos damos cuenta, en efecto, que el desazón ha sido grave : ver la performance de Lili Reynaud-Dewar maquillada de negro como un espejo de las performances transgresoras de Cosey Fanni Tutti es una broma (fue lo mismo hace cinco años con Joséphine Baker). En cuanto a la instalación de Lorenz y Boudry en la cual seis artistas actúan lo que han entendido que ha hecho el o la persona de antes es una construcción pedante cuya única justificación parece ser el hecho que dichos artistas son o mujeres o travestis 
(y como se refieren a Marylin Monroe y Valerie Solanas, «crean sentido, ¿no?»). 
Actualmente cierto feminismo representado por Badinter y Fourest, ataca a las mujeres con velo, a las prostitutas y la pornografía (interesante esta disertación), y es revitalizador ver que hace 40 años, alguien como Cosey Fanni Tutti (que hubiera atraído los impactos de estas papesas) tenía una verdadera carga revolucionaria. 
El titulo de mi reseña es un préstamo que hago a un libro de Annie Le Brun (sobresaliente curadora de la extraordinaria exposición Sade en el Museo de Orsay), con su texto « Lâchez tout » (Suelten todo) de 1977, también un escándalo : ella fustiga « la voluntad de censura, la fascinación por el totalitarismo, la sororidad cretinizante, la mutilación del imaginario amoroso y la rabia del poder ». Yo creo que si Cosey Fanni Tutti y Annie Le Brun se encontraran se llevarían bien...

Fotos 1, 3 & 4 cortesía del Plateau.

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