(artículo original en francés, aquí)
Firma de Bernard Buffet |
Para empezar a uno lo agarra la extrañeza : ¿ Qué ? ¿ una exposición Bernard Buffet (en el MAMVP hasta el 5 de marzo) ? Luego la duda : ¿ me habré perdido algo ? ¿ Mis prejuicios me estarán haciendo pasar al lado de una revelación ? Y luego, después de haber visto la exposición, la consternación : ¿ cómo se atrevieron a hacer una exposición tan poco convincente ? ¿ La rehabilitación de Buffet será misión imposible ? Y entonces, ¿ esta exposición para qué ? ¿ Para darle gusto a Pierre Bergé, el ex, que posee una buena cantidad de los lienzos presentados (retrato abajo) ? No puedo creerlo. No es un redescubrimiento, ni una rehabilitación, es un "rebranding" : una citación de Bergé en las paredes de la exposición dice "Su firma puntiaguda se vuelve una marca publicitaria". ¿Será entonces en este contexto que habrá que entender este relanzamiento publicitario ?
Foto en Paris Match, febrero de 1956 |
No se sabe mucho por donde empezar para criticar esta exposición. ¿ Por la dimensión biográfica, el Rolls, el matrimonio a la Mourousi ? ¿ Por el estilo, siempre igual, con variaciones de detalle a través de los años ? ¿ Por la obsesión comercial, la pintura en serie de ramos de flores idénticos ? ¿ Por la preocupación mediática, la pertenencia a un microcosmos conectado, la preocupación de la popularidad, la sed de honores, la obsesión del complot contra él fomentado por Malraux, la izquierda, las críticas ? (su serie Los terroristas es, dice sin bromear, en respuesta al terrorismo intelectual del que es víctima; ¿ habrá que extrañarse de que el lienzo aquí arriba le pertenezca a Eric Troncy, adalid de David Hamilton ?) ¿ O empezar únicamente por el aburrimiento que se apodera de usted a través de las salas ? Citemos a Alain Bosquet : " ¿ un hombre en su mejor edad, rico, influyente, cubierto de gloria, que ya no quiere hacer ningún esfuerzo, que pinta castillitos de mentiras en paisajes de mentiras para estúpidos de verdad que tienen cuentas bancarias de verdad y veneran de verdad lo que está a su triste nivel ? "
Bernard Buffet, Gang, 1997, col. Eric Troncy |
En realidad, todo eso no significa nada desde el punto de vista de la historia del arte, pero sí desde el punto de vista de la historia de las modas, del mercado, y evidentemente, del de la sociedad del espectáculo. ¿ Cómo y porqué Buffet se vuelve famoso después de la guerra ? Nos hubiera gustado que la exposición explicara mejor qué poderes, qué camarillas, qué intereses financieros obraron,
no tanto Paris-Match (que las vitrinas documentales exponen en abundancia), qué razones sociológicas e ideológicas había detrás, no tanto los hechos como su inteligencia : ¿ una forma de reacción figurativísima y apolítica frente a la modernidad ? ¿ una afirmación francesa en un momento en que el arte está cada vez más dominado por los estadounidenses ? ¿ Ahí hubiera podido ser interesante tal exposición, que habría podido ser menos "estética" (en suma) y más sociológica, política, incluso económica (no solamente para repetir hasta saciedad que esta cara de payaso ha sido reproducida millones de veces en tarjeta postal...).
Bernard Buffet, Cara de payaso, 1955 |
Pero para ello hubiera sido necesario que esta exposición se hubiera mirado a sí misma : ¿ Porqué hacer una exposición hoy ? ¿ Cuáles son las fuerzas y las ideologías que hacen que esta exposición ha sido juzgada pertinente hoy ? ¿ A qué tendencia de nuestra sociedad corresponde ? ¿ El regreso al orden ?
¿ El repliego en sí mismo ? ¿ Un renovado interés por el populismo demagogo ? Es esto lo que me hubiera gustado leer bajo la pluma de los comisarios o de los críticos, de alguna forma algo interesados por el espectáculo.
Bernard Buffet, El sueño, según Courbet, 1955 |
En ausencia de las razones profundas, es bastante fácil, en cambio, ver con qué mecanismos intentan poner esto al gusto del día : con la voluntad de consolidar a Buffet en la historia del arte, para echarle un barniz más serio, para inscribirlo en la linea de los pintores con talento (ellos sí). Con ese objetivo, nos imponen una multitud de citaciones en el discurso de la exposición : rara vez había visto yo tantas referencias a otros artistas como en los carteles, documentos y otras publicaciones en torno a esta exposición ( y eso que no desmenucé el catálogo...). No hablo de las comparaciones dotadas de argumentos, como la que hicieron con Courbet a propósito del Sueño, totalmente justificada; no, hablo de la manera indirecta de citar a otro artista, así no más, de pasada, para tratar de consolidar a Buffet en la historia del arte, al escribir por ejemplo "Convocando a Caspar David Friedrich, Eugène Delacroix, François Clouet o Léonard de Vinci...". Aquí tenemos, sin otro igual, un despliegue de más de treinta "padrinos" de Buffet (curiosamente no citan a Francis Gruber).
Bernard Buffet, 20 000 Leguas de viaje submarino, la ventanilla gigante del Nautilus, 1969
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En los carteles de la primera parte de la exposición, encontramos a Courbet, Chardin, Utrillo, Quizet, Picasso (del cual él es el sucesor, 3 veces), Degas, Callot, Goya, le Douanier Rousseau, Toulouse Lautrec, Seurat, Rouault. La segunda parte es más sobria (¿ otro redactor ?), para sus Locas, únicamente Lautrec y Otto Dix
(¡ Dios mío !). La tercera, además de la "convocación" aquí arriba, nos proponen de nuevo a Delacroix, Friedrich y Clouet y también a Raphaēl, Signorelli, Basquiat, le Bad Painting, y, broche de oro, el Capitán Nemo abriendo los brazos, por supuesto, vitruviano...
Bernard Buffet, Pierre Bergé, 1950, col. P. Bergé |
A medida que vayamos viendo los textos y entrevistas, encontraremos de nuevo a Beckmann, Doré, Daumier, Permeke, Cézanne ("Buffet, le regard vuelto hacia Cézanne"), y hasta Renoir (Buffet que fué tan productivo como él y Picasso; pero ellos no pintaban cinco o diez lienzos a la vez, en serie...). Enfin, en medio de esta orgía de referencias, no olvidemos que su litógrafo (Charles Sorlier) trabajó con Chagall, y sus grabadores (Lacourière y Frélaut) con Picasso, Miró y Dalí, y sobretodo que su casa de Montmartre estaba cerca de la de Suzanne Valadon y Maurice Utrillo. ¡ Toquen la trompeta ! Todo está dicho.
(el juego de palabras « Bernard Buffet frío » es de Salvador Dali, me lo apropié sin vergüenza)
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