24 de octubre de 2018, por Lunettes Rouges
(artículo original en francés, aquí)
Ypiranga, Caxinguele, hacia 1995, escultura de hierro |
En el museo de Recife (nos sorprende ser recibidos por el Zuavo del Puente del Almá y por otro granadero también de Diebolt, dos ejemplares de bronce que llegaron aquí sin saber cómo) presentan una retrospectiva del escultor brasileño Ypiranga (su nombre significa río rojo en tupi). Y en esta ocasión se editó un libro muy completo sobre su trabajo. Pintor, grabador, adepto del arte-fotocopia y del arte postal, es conocido principalmente por sus esculturas. Con 82 años, ha marcado profundamente el arte contemporáneo del noroeste.
Ypiranga,Yemayá, 2001, escultura de hierro |
Sus esculturas son grandes ensamblajes de metal que ha recogido aquí y allí, herramientas, poleas, chatarra; una de sus obras emblemáticas hecha con pedazos de un escarabajo de Volkswagen y que estaba en un espacio público, fue robada por chatarreros. Sus piezas inmóviles parecen a punto de ponerse en movimiento, y algunas veces, el viento o un visitante audaz lo logran. Ypiranga transforma une objeto utilitario en arte, y además ha trasladado su détournement a su lado del Atlántico : como ha vivido bastante tiempo en Alemania ha mantenido cierta tradición estética, la cual puede también evocar a César o a Tinguely, pero la
« canibaliza », la añade a la cultura de su país. El candomblé inspira especialmente su trabajo, y muchas de sus esculturas representan divinidades, las orixás (aquí arriba, Yemayá). En la parte de arriba, un Caxinguele, una ardilla, en la cual introduce una dimensión duchampiana.
Ypiranga, xilografía |
En grabado, practica mucho la xilografía, de la tradición del Noroeste, pero introduce motivos estilizados con trazos densos y apretados. Con temas como vegetales y animales, explora los limites de la abstracción.
Ypiranga, Mélodie paysage, quasi 05, 2001, 105x105cm |
En sus pinturas, más que en sus retratos y paisajes, me gustan sus composiciones hechas con pintura automóvil sobre placa de madera : su simplicidad, su ritmo totalmente musical (¿será una partitura? ¿cuerdas de una guitarra?) crean una armonía visual que los dorados, inhabituales en su trabajo, vuelven preciosa.
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire