mercredi 27 septembre 2023

Fluidos femeninos, fluidos marinos (Maria Paz y Joan Jonas)

 


21 de septiembre de 2023, por Lunettes Rouges

(artículo original en francés, aquí)




Vemos una larga galería poblada (hasta el 19 de noviembre) con diez figuras de cerámica de menos de un metro de altura y de colores impactantes y formas sugestivas. La joven artista Maria Paz no es la primera que interviene el carácter sensual, digamos erótico, de la cerámica: es la marca de fábrica de Elmar Trenkwalder, de Johan Creten y, en cierta medida, de Hervé di Rosa. Pero su originalidad procede de la fluidez, de la feminidad que las piezas más brutales y más masculinas de los anteriores penan a aprehender.  



Podemos comparar su trabajo sobre todo con el de Elsa Sahal. Como en algunas piezas antiguas de Sahal, en las de Maria vemos chorreados, derrames, tentáculos, grumosos, cavidades: más bien liso que rugoso, acariciable antes que revulsivo. Todo con colores tan vivos que hasta uno se dejaría seducir.



Tenemos toda una anatomía ambigua que a la vez repele y fascina: grutas vocales o sexuales, excrecencias fálicas, secreciones de colores, senos con pezones exorbitados, orificios de los que salen varias lenguas. Sus pinturas precedentes fueron descritas parafraseando a Virginie Despentes, como si representara «orugas monstruosas de tentáculos pegajosos y penetrantes pero húmedos y rosas como vulvas, larvas con cabeza de pito que se abren y se transforman en vaginas dentadas». Se entraba, parece, como en un baño viscoso y sofocante, brazos y piernas abiertas hacia un sueño húmedo inundado de fluidos corporales. 


Maria Paz, A receita do Húmus, 2023, acrílica sobre lienzo y óleo en la pared


En la gran composición mural intitulada «La receta del Humus» (y no del houmous, como leemos al principio), encontramos la misma violencia, el mismo erotismo trágico, la misma afirmación femenina: sueño de emancipación y libertad, de eyaculación y de disfrute, la explosión de la fuente del deseo. Las estructuras articuladas de metal detrás de los vidrios que dan al parque, Monstras, son más juiciosas pero una de ellas, mal fijada a propósito, va y viene según el viento, quizás otra secuencia erótica. Se siente por todas partes en la exposición la presencia-ausencia de fluidos corporales, o más bien su sugestión constante. 


Joan Jonas, They come to us without a word II, 2013-2023, dibujos con tinta


Para llegar hasta las esculturas de Maria Paz hay que atravesar un banco de peces, sumergirse en su agua y separarlos para poder alcanzar el objetivo. El principio de esas exposiciones es que la joven artista portuguesa elige a una artista conocida e internacional con la que le gustaría exponer. Escogió de inmediato a la veterana Joan Jonas (se ha visto poco desde Venecia y la gran retrospectiva en la Tate hace cinco años) que con 87 se comprometió con entusiasmo, parece, en un proyecto con su copartícipe de 62 años menos. Además de los dibujos de peces que agrietan el espacio (parte de la instalación), muestra en el mezzanine, otros dibujos y un vídeo de 2021 sobre los ríos de las profundidades submarinas. Encontramos en las medusas, calamares, estrellas y anémonas de mar y otras criaturas marinas, formas que corresponden con las cerámicas de Maria Paz: los fluidos se mezclan, las formas se confunden. 


Fotos del autor. Es una pena que los títulos de las esculturas de Maria Paz estén en una lista, sin individualizarlos. Quizás tengamos aquí «Memoria de un sueño húmedo», «La trampa para moscas de Venus», o «Los tentáculos de la Medusa son lenguas», ...



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