30 de diciembre de 2021, por Lunettes Rouges
(artículo original en francés, aquí)
Pedro Cabrita Reis, La settima luce in alto, 2015, foto del autor |
Esta es una exposición (hasta el 9 de enero) de artistas portugueses en el Museo Berardo entorno al tema de la materia luminosa. Aunque algunas de las piezas presentadas son un poco simplistas también descubrimos obras especialmente fuertes sobre un tema que, es evidente, es importante para los autores del país. En el trabajo de Leonor Antunes la luz es complementaria en una instalación de placas oscuras o claras en el suelo debajo de bejucos suspendidos. Silvestre Pestana hace del tubo neón el protagonista de un juego con el cuerpo. Pedro Cabrita Reis instaló una escultura mural de 180 tubos de neón apagados, uno solo prendido como si fuera una lamparilla fúnebre: una sola luz en las tinieblas, sólo un justo en medio de los pecadores, una suerte de anti Flavin. Vemos las sombras recortadas de Lourdes Castro, las experimentaciones de José Luis Neto, las diapositivas coloreadas de Angelo de Souza y los retratos oscuros de Jorge Molder.
Francisco Tropa, Mur Mur, 2019, foto del autor |
Una de las instalaciones más impresionantes es la gruta oscura de Francisco Tropa, en la cual entramos con precaución: dos proyectores, pantallas de latón con huecos, agua que gotea (y que la inversión de la proyección muestra elevándose, levantándose, emprendiendo el vuelo). Es algo entre la caverna prehistórica y la vagina dentada, algo fascinante e inquietante, es como si se regresara a las profundidades del tiempo en donde la luz (y el fuego) fueron sagrados. La luz puede también destruir, como en la instalación de Alexandra Estrela, en la cual una imagen emblemática de Anselm Adams (Monumento Valleu, Utah) es proyectada continuamente en un televisor catódico que no funciona bien. También vemos cuadros negros de Fernando Calhau, una instalación oscura de Pedro Morais en la cual tenemos que aclimatarnos, acomodar la mirada para percibir la luz débil de una pequeña llama frágil, y Gilberto Reis nos muestra una luz en movimiento que alumbra de forma fugaz dibujos de árbol.
Helena Almeida, Negro Agudo, 1983 |
Para terminar esta serie original de Helena Almeida concluye un recorrido de sombra y de luz: la luz revela, recalienta y hace vivir, la luz quema y destruye. La sombra es su contrario perfecto, desde la hija de Butades hasta los trabajos de Stoichita.
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