vendredi 17 août 2018

Un tablero negro cubierto de palabras (Bouchra Khalili)


05 de agosto de 2018, por Lunettes Rouges


(artículo original en francés, aquí)



Bouchra Khalili, The Tempest Society, 2017, captura pantalla video


Blackboard, tablero negro, es el título que Bouchra Kahlili escogió para su exposición en el Jeu de Paume (hasta el 23 de septiembre) a partir de una citación de Godard (en Yale en 1970). La diferencia entre un tablero negro y una pantalla, es que el uno registra lo escrito y el otro lo visual. Y Khalili parece querer privilegiar la palabra sobre la imagen. La mayoría de sus videos funcionan sobre un principio común: recitantes, más bien hieráticos y teatrales, filmados como en escena, dicen un texto escrito con anticipación. Imágenes de archivo, no siempre identificadas claramente, aparecen, la mayoría de las veces sobre una mesa, basándose sobre un sutil discurso, como para ilustrar el propósito: de cierta manera la anti mnemósine, archivos que sostienen un argumento y no que lo generan. 


Bouchra Khalili, The Mapping Journey Project, n.3, 2088, capture d’écran vidéo


La única excepción es su pieza más antigua, The Mapping Journey Project, iniciada en 2008, en la cual el locutor es invisible y la única imagen es un mapa en el cual traza su recorrido de migrante. La diferencia es también que estamos ante un testimonio sencillo y no ante un discurso docto, que el locutor no reubica, y nos toca a nosotros, espectadores, sacar la lección política. Para nosotros es evidente con la inclusión en esta serie de migraciones «económicas» del relato del trayecto clandestino de un palestino entre Ramala y Jerusalén (arriba). La serie de serigrafías Constelaciones (arriba) transpone los mismos recorridos en gráficos fríos, de una pureza conmovedora. En cambio, la otra serie más reciente sobre las migraciones, Wet Feet, se satisface transponiendo en Florida de forma bastante banal un tema bastante fotografiado ya en Lampedusa y en otros lugares, los vestigios de los migrantes. Además son las únicas piezas silenciosas de la exposición. 


Bouchra Khalili, Constellations, 2011, sérigraphies


Khalili parece mucho más interesada por el montaje de palabras que por el de imágenes: los recitantes se expresan en idiomas que la mayor parte de los visitantes no entienden, dialogan en diferentes lenguas (árabe y cabilio, dos dialectos árabes) y por consiguiente no se entienden entre si, los subtítulos en francés o en inglés son omnipresentes. Tenemos una colección lingüística con traducción, auto traducción, transposición que es verdaderamente estructuradora en su trabajo. 


Bouchra Khalili, Foreign Office, 2015, capture d’écran vidéo


Es entonces un dispositivo al servicio de un discurso, discurso político marcado profundamente por una nostalgia melancólica. Recuerda uno mucho a figuras utópicas, de Guevara a Eldridge Cleaver, intenta comprender siglas olvidadas e incomprensibles hoy, las de los movimientos de liberación instalados en Argel alrededor de 1970 (Foreign Office); recuerdo todos esos folletos, cartas de información disponibles en donde Maspero entrando a la derecha, yo iba a leer las de los resistentes griegos a la dictadura de los coroneles, que avecinaban con las del improbable Frente popular de liberación de Omán y del golfo arábico. Todas esas utopías muertas y enterradas, desaparecidas o corrompidas con la llegada al poder o las luchas intestinas. Un salto cincuenta años atrás, del que podemos cuestionar la pertinencia hoy en día. Sentimos la misma nostalgia anticuada en el video sobre Genet en Estados Unidos para apoyar a los Black Panthers (Twenty-Two Hours), tentativa de historia y de testimonio, revisita histórica bastante alejada de las realidades actuales.


Bouchra Khalili, Speeches Chapter 1 Mother Tongue, 2012 capture d’écran vidéo


Más actuales, precisamente, son los dos conjuntos en los que algunos inmigrantes toman la palabra, ya sea en forma de teatro filmado para intentar examinar la situación actual en Grecia y en la zona Mediterránea (The Tempest Society) o sobretodo en forma de monólogos estáticos para apropiarse, en su idioma, los elementos claves de la cultura occidental, lengua, ciudadanía, trabajo (The Speeches Series). Es sin duda aquí en donde mejor percibimos el dispositivo adoptado por Khalili, poner la imagen del recitante al servicio del discurso: la artista, amante de las referencias, evoca a menudo a Pasolini, el poeta civil. También podemos ver su trabajo como el anti Debord, magnifica el espectáculo para apoyar la ideología, una lucha interior más que una crítica del exterior. Una exposición que hay que ver, tomándose su tiempo.

Todas las imágenes cortesía Bouchra Khalili y Galerie Polaris. (c) Bouchra Khalili
Primera y última imágenes cortesía del Jeu de Paume.

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