mardi 5 juillet 2022

Arles 1 : la disyuntiva de Lee Miller; y otros

 


4 de julio de 2022, por Lunettes Rouges

(artículo original en francés, aquí)


Lee Miller, Mujeres acusadas de haber colaborado con los nazis, Rennes, 1944


Primer día en los Encuentros de Arles: hasta aquí, nada inolvidable. El trabajo profesional de Lee Miller (en contraste con su trabajo personal): retratista entre 1932 y 1934 (parece que, exclusivamente de mujeres), entre aquellos un retrato magnífico de Colette con el pelo bañado de luz; interrupción entre 1934 y 1939 cuando vivió en Egipto y luego entre 1939 y 1945, fue al mismo tiempo fotógrafa de moda y fotoperiodista de guerra. ¿De qué manera con tan pocos meses de intervalo se pueden conciliar los dos, pasar de un universo al otro? No es la única fotógrafa de guerra (un artículo del Illustraded muestra a otras 12), pero es la que tiene acceso a Vogue. La famosa foto en la bañera de Hitler no aparece sino en una ilustración de revista, pero tanto tiradas originales como impresiones en revistas muestran a rescatados y muertos, nazis o deportados, francesas rapadas, Londres bajo las bombas y la resiliencia de los alemanes después de la derrota. Una disyuntiva, es verdad, pero de la cual una parte es cien veces más interesante que la otra, las fotos de moda son un poco insípidas. 


Romain Urhausen, S.T. Luxembourg, años 1960


Al lado, Romain Urhausen de Luxemburgo, hace oficio de segundón, un fotógrafo humanista entre otros, y la confrontación de sus imágenes en la exposición con las de Cartier-Bresson o de Doisneau no le aventajan mucho. La única originalidad que sobresale parece ser su trabajo en plantas siderúrgicas y la magia del metal en fusión. Sus fotografías experimentales hacen igualmente de él un buen alumno de Steinert, pero nada destacable. Sólo algunos desnudos salen del montón. 


Babette Mangolte, Icy Fire, NYC, 37th Street & 9th Avenue, 1974


La exposición sobre Babette Mangolte, cualquiera que sea su talento, cualquiera que sea su cercanía con las bailarinas y coreógrafos, muestra ante todo la imposibilidad de comunicar sobre la danza a través de la fotografía: inevitablemente las imágenes resultan frías, distantes, fijas. En la imagen fija los cuerpos no son sino formas heladas; y esa impotencia la subraya su película Water Motor con Trisha Brown (una versión normal y otra en cámara lenta). Finalmente sus fotografías de edificios de Nueva York hacen sentir mucho más. 


Seif Kousmate, Paisaje del oasis de Akka


El Prix Découverte -Premio Descubrimiento- de este año es un ejemplo perfecto del axioma que dice que los buenos sentimientos y la corrección política no son suficientes para hacer buena fotografía: en el caso de casi todos los seleccionados, no hay distancia, no hay profundidad, únicamente un discurso con tópicos más o menos militantes mal interpretados con las imágenes. Yo voté por el único que sale del montón, Seif Kousmate: el ecosistema del oasis en peligro, y la amenaza se expresa en el deterioro de la fotografía misma. Pero no me hago ilusiones: el premio será para uno de los trabajos que esté en la linea de corrección política de nuestros tiempos presentes. 


Chloe Sells, S.T.


Hay otras exposiciones que no me impresionaron mucho. Dos palabras para decir que en la galería Miranda está Chloe Sells que superpone dibujos de curvas de nivel y fotos de paisaje: una búsqueda interesante. 



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