dimanche 7 novembre 2021

Mahjoub Ben Bella, pintor de la música, músico de la pintura

 


22 de octubre de 2021, por Lunettes Rouges

(artículo original en francés, aquí)


Mahjoub Ben Bella, Silencio (Homenaje a John Cage), 2016, óleo sobre lienzo, col. part.


El pintor Mahjoub Ben Bella falleció hace un año y después de Angoulême, el MUba en Tourcoing, situado cerca de su taller, le dedica una exposición de unas cuarenta obras (hasta el 21 de febrero), exposición caracterizada por el gesto y el movimiento, el ritmo y la música. Si existe un pintor cuya obra puede, en efecto, acercarse a la música, es la obra de Ben Bella. Ante todo porque sus cuadros son inspirados directamente de la música: los títulos son Silencio (Homenaje a John Cage) arriba; o Homenajes a Renaud Gagneux, o El pájaro de Fuego (Homenaje a Igor Stravinsky). 


Mahjoub Ben Bella, Firmas, 1993, tinta sobre papel calco, 250x1400cm




Vista de la exposición


Y luego, porque una obra monumental, Signatures -Firmas-, fue compuesta por el pintor en direct, me atrevo a decir, durante una representación en 1993, de los Ballets del Norte, con la música de Pacific 231 de Arthur Honegger, una música inspirada en el ritmo de una locomotora a vapor: en el fondo de la escena había un papel calco gigante, 14m de largo por 2.5m de alto, y el artista, subido en un andamio detrás del papel, pintaba, prácticamente en transe, durante el espectáculo. Las formas y colores iban apareciendo en transparencia, cada color correspondía a un instrumento y las formas expresaban el ritmo de la música. Apenas si se veía Ben Bella en transparencia mientras que saltaba de un lado para otro y pintaba aquellos ritmos coloridos y fuertes en el papel. 


Mahjoub Ben Bella, Homenaje a Renaud Gagneux I et II, 1989, partitura encolada sobre lienzo, acrílica y tinta de China


Pero ante todo porque el ritmo, vibración, murmuro o fugas musicales están omnipresentes en sus cuadros, algunos más estructurados como partituras, aquí arriba, partituras del compositor Renaud Gagneux cubiertas de pinceladas de colores; otros cuadros son más rítmicos, y en fin, otros colmados de una inspiración de allegro o fuga. Durante la exposición de 2013 yo escribía que al principio el color impactante de los cuadros me había invadido para sumergirme cada vez en un universo vivo, iridiscente, densamente colorido. Pero hay mucho más que el color, puesto que cada lienzo está compuesto de manera estricta, como una arquitectura, va estructurado y sus superficies planas esconden profundidades trampantojas independientes de cualquier dictadura de la perspectiva. Primero se siente una energía desbordante e impulsiva que emana de sus cuadros y al cabo de un tiempo se da uno cuenta de que siempre va canalizada, puesta en forma, controlada, enmarcada. 


Mahjoub Ben Bella, Vibraciones, 2004-05, óleo sobre lienzo, col. part.


Los lienzos en all-over (que a veces recuerdan a Pollock) son también composiciones rigurosas. Están habitadas por una escritura proliferante de signos entrelazados que no son ni latinos ni árabes y desprovistos de todo sentido literal que para siempre serán ilegibles, grafías que se mezclan con la superficie pintada la penetran, y hacen que se estremezca. Vibraciones, aquí arriba, lo pintó con tres pinceles amarrados lo que crea una vibración ondulante, entrecortada e hipnótica. Algunos lienzos se adornan con trinos blancos para marcar y ritmar el lienzo con un frenesí salvaje y sin embargo coherente. Sentimos una musicalidad profunda, un eco entre escucha y visión, entre pintura y música. 


Jî Drû et Sandra Nkaké  9 de octubre de 2021 en la exposición


Un « preview » abierto al público tuvo lugar unos días antes de la apertura oficial. Para esa preapertura de un día habían invitado a la cantante extraordinaria Sandra Nkaké y al músico Jî Drû para un concierto en la exposición, con el hijo del pintor, el músico Nadjib Ben Bella, todo ello durante el Tourcoing Jazz Festival (video).


Fotos 2 y 3 cortesía del Museo; las demás de autor.

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