21 de noviembre de 2021, por Lunettes Rouges
(artículo original en francés, aquí)
El nuevo espacio de la galería Ceysson & Bénétière en Saint-Étienne, situada entre dos de los lugares importantes de la ciudad (le Chaudron y la Comédie, con las almas de Jean Snella y de Jean Dasté, dos ídolos de mi juventud) es una catedral: hay salas inmensas y claras en las cuales se pueden extender obras de gran tamaño. No me imagino el efecto cuando presenten las miniaturas de Philippe Favier, pero la exposición inaugural con las esculturas de Bernar Venet (hasta el 23 de diciembre; ver también la página de su fundación), es ideal para este espacio imponente. Venet resulta de lo negro, de la brea, del carbón, de lo oscuro y resulta de la ecuación, de la fórmula y de la linea.
Aquí muestran principalmente sus Lignes indéterminées, las cuales, aleatorias e imprevisibles se liberan del rigor matemático lindan con el garabato deforme, revelador de un inconsciente distraído: son de cierta manera anti esculturas. Y esas Líneas recortadas con soplete en una suerte de combate con la materia, son de hierro oscuro o rojizo (oxidado), inmensas, macizas y sin embargo ligeras, son casi amenazantes en el espacio que ocupan, como si fueran criaturas desconocidas, insectos mutantes, torbellinos hipnotizadores. La más antigua que data de 1980, de madera pátina parece todavía domesticable, que se puede acariciar, pero nadie se atreve a acercarse demasiado a los pesados monstruos de acero enrollados sobre sí mismos, enredados, a veces desplomados, pero que uno se imagina listos para distenderse y saltar. Su enormidad y harmonía los hacen únicos, con sus suaves redondeces y asperezas fuertes.
A veces la línea se convierte en superficie, en fondo liso cuyo contorno dentado delimita un terreno, un espacio de acero tornasolado, una ventana oscura, ¿hacia dónde?
Dibujo de Bernar Venet (detalle de una fotografía de vista de la exposición). |
Cabe destacar también los dibujos de Venet en los cuales la tinta y el grafito componen relieves luminosos y reflejos iridiscentes. Las ediciones de arte Ceysson acaban de editar un bonito libro de 336 páginas con los dibujos de Bernar Venet, el más antiguo es de 1953. Después de sus dibujos escolares (retratos según Boticelli y Rembrandt de 1958/59) y los dibujos más matemáticos de los años 60 y 70, el catálogo muestra en más de 200 páginas sus líneas indeterminadas. Breve introducción histórica (6 páginas) de François-René Martin (libro recibido en servicio de prensa). El mismo editor acaba de publicar Le tas de charbon -El montón de carbón- sobre esta obra que data de 1963, presentan una buena crítica y un texto largo, erudito y sensible de Bernard Ceysson (107 páginas, más 75 páginas de notas, de las 232 páginas de la obra; 28€).
Todas las imágenes: vistas de la exposición, (c) C. Cauvet, cortesía de la galería.
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