mardi 20 février 2018

Raoul Hausmann, nómada inclasificable

19 de febrero de 2018, por Lunettes Rouges

(artículo original en francés, aquí)



Raoul Hausmann, ST (Hierba de la dunas), hacia 1931, Berlinische Galeria



Fue un verdadero descubrimiento el de las fotografías de Raoul Hausmann (Jeu de Paume hasta el 20 de mayo) : pues si conocemos al activista de Dada Berlin, al pionero de la poesía sonora, al adepto del collage, incluso al escritor o al bailarín, en resumen, al agitador cultural polimorfo, conocíamos menos la obra fotográfica de este artista inclasificable y nómada. Estuvo en el cruce de numerosos caminos, le mostró la via a Moholy-Nagy por ejemplo, y él mismo víctima de los tiempos y el exilio se quedó en la sombra. Es sin duda revelador que Hannah Höch su ex-pareja hiciera una exposición en diciembre de 1946 en las ruinas de Berlin, de obras de él que ella había enterrado en el jardín durante la guerra. 



Raoul Hausmann, Desnudo en la playa 1927-33, col Museo de St Etienne



Me sedujeron especialmente dos grupos. El primero comprende fotografías hechas a orillas del Báltico o del Mar del Norte en las cuales los cuerpos desnudos (el de su pareja Vera Broïdo, en este caso), las plantas, las rocas y la arena parecen participar en la misma estética, en la misma visión. Entre la hierba trémula de las dunas al viento marino y el cuerpo escultural, apenas si hay diferencia : la textura, el juego de luz sobre las formas parecen magníficamente similares.




Raoul Hausmann, Tronco de árbol en la playa, sept. 1932



Fotografía igualmente el tronco de árbol en la playa como si estuviera vivo, un cuerpo lánguido al sol, arrastrado por la olas, encallado. Sentimos la misma impresión de universalidad ante las rocas como ante esos cuerpos sueltos, deshechos, abandonados. Hausmann pasa con facilidad de una forma a la otra, de la duna al cuerpo, de la roca al seno o al rostro. No es insignificante saber que fue influenciado por el psicoanalista maldito Otto Gross y sus teorías sobre la sexualidad y el feminismo.



August Sander, Raoul Hausman, Heta y Vera Broïdo, 1929



Aquí arriba un retrato de Hausmann por Augusto Sander, torso desnudo, monóculo y gran altivez, con su mujer Hedwig Mankiewitz, que parece sumisa y timorata, y la joven rusa exiliada Vera Broïdo desbordante de vitalidad y de confianza en sí : icono del ménage à trois.



Raoul Hausman, Casa cerca de Cala Llonga, Santa Eularia de los Riu, ,1935, Museo de Rochechouart



La otra serie particularmente interesante es la del arquitecto vernáculo de las casas de Ibiza en donde Hausmann vivió entre el principio del nazismo y el triunfo del franquismo. Realiza entonces un trabajo casi antropológico sobre los tipos humanos, los trajes y la arquitectura de la isla. Las casas, fruto de siglos de influencia de todos los pueblos del Mediterráneo (fenicios, iberos, cartagineses, romanos, moros, catalanes), logran una pureza funcional, psicomorfológica, dice. Para él, es una forma de cuestionar las teorías racialistas sobre la arquitectura autónoma que expresa la mentalidad de un pueblo puro. Esas casas arcaicas son sorprendentemente modernas.



Raoul Hausmann, Casa campesina (Can Rafal), 1934, Museo Rochechouart


Les aconsejo por supuesto que se consigan el catálogo extraordinariamente documentado, debido a la comisaria Cédile Bargues.

Fotos 1, 2 & 5 cortesía del Jeu de Paume

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