22 de febrero de 2018, por Lunettes Rouges
Daniel Angeli, Marlene Dietrich y Francis Apesteguy, 1975 |
Estar obsesionado por Marlene Dietrich, ¿porqué no? Al reunir 2000 fotografías de ella, Pierre Passebon hizo una colección impresionante que exponen en la MEP (hasta el 25 de febrero). Me parece que lo que muestra esta exposición, es esencialmente la construcción de una imagen, que de cierta manera Marlene Dietrich le impuso a los fotógrafos y que ellos aceptaron (en menor escala en esta otra construcción). Quedándose en la superficie, nos transmiten un producto bien empacado, una imagen pulcra, la de una mujer libre, seductora y glamurosa. Marlene Dietrich quiere siempre controlarlo todo, a cada instante, la luz, la escenificación, en el plató como ante el objetivo.
Cecil Beaton, Marlene Dietrich, 1932 |
Se trata de retratos de artistas y fotos de rodaje, de imágenes publicitarias y algunas imágenes de su cotidiano, pero en las cuales nunca baja ni la vigilancia ni la mirada. Incluso cuando Cecil Beaton la fotografía sin maquillaje, sin arreglarse, con una camisa informe, ella actúa en pensativa, muestra su mejor perfil y se escapa sin entregarse. Rara pérdida de control cuando agrede al paparazzo Francis Apesteguy en el aparcamiento de Orly en 1975, y el colega de éste, Daniel Angeli, la fotografía en acción (arriba).
Irving Penn, Marlene Dietrich, 1948 |
Me parece que el único fotógrafo que logró imponérsele fue Irving Penn, en 1948. De entrada él le dijo «mire, usted es Marlene Dietrich y yo, soy el fotógrafo». Luego, la encierra en su dispositivo entre dos paredes, le impone un lugar incómodo del que ella intenta deshacerse. La bloquea, un poco torcida, los codos contra el cuerpo; ella intenta imponerse con la mirada pero Penn es el que domina. En la foto siguiente, ella sube el brazo por encima de la cabeza, como para escaparse. De todos los modelos que Penn arrinconó en este ángulo agudo, ella es la más incómoda. Excepción rara. Lo que muestra esta exposición, en resumen, es la obsesión de un coleccionista por las imágenes de una mujer obsesionada por su propia imagen.
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