(artículo original en francés, aquí)
Judy Chicago & Faith Wildind, The Cock Cunt Play, 1972, vidéo Woman House de Johanna Demetrakas, 1972 |
Organizar una exposición sobre la mujer y la casa con el amparo de Louise Bourgeois y de Niki de Saint-Phalle (en la Monnaie, hasta el 28 de enero) es una idea excelente (y por cierto, la sala consagrada a esas dos artistas es la que más significado tiene en toda la exposición). Además, bella sorpresa al principio, la exposición empieza con el video Woman House (en singular) sobre una manifestación que Miriam Schapiro y Judy Chicago organizaron de improviso en 1972 en una casa grande de Hollywood que sería destruida : la película, de Johanna Demetrakas (en venta aquí), muestra las diferentes facetas de ese acontecimiento fundador, exposición, presentaciones, y sobre todo discusiones. Y sobre todo, muestra que, hace 45 años, una de las armas del combate feminista era el humor (bastante ha cambiado desde entonces...).
Lydia Schouten, Kool, 1978/2016, video N&B sonoro, 17 min. 43 s. Sammlung Verbund Vienne |
Es una exposición que se interesa por el espacio domestico y el lugar de la mujer en ese espacio, con una dialéctica entre privado y público, entre íntimo y político. Mezcla obras de gran calidad con otras de una gran banalidad : frente a la opresión doméstica, algunas artistas (y escritoras, Virginia Woolf está presente, claro) destacan la problemática para hacer con ella una obra de gran significado, mientras que otras, demasiadas, insisten de manera fútil con los mismos tópicos de base (pasar la aspiradora, lavar la vajilla) sin tomar la mínima distancia con una reivindicación totalmente justa, pero que, artísticamente, merecería algo mejor. La trivialidad de Birgit Jürgenssen (de quien esperaba obras mejores), de Karin Mack, de la inevitable Joana Vasconcelos, de Andrea Zittel, de Nazgol Ansarina (hubiéramos preferido a Shadi Ghadirian...) y de algunas otras, hace recaer la atención estimulada por la brasileña Letícia Parente (un video en el que una empleada doméstica negra plancha a su patrona blanca, volveré a esto), por Martha Rosler (que desplaza la intensión a un terreno más político y conceptual), por Lydia Schouten (cuyo cuerpo atrapado en una malla se mancha al chocar contra las rejas de su jaula).
Louise Bourgeois (1911-2010)., Femme Maison, 1994
Marbre blanc
12.7 x 31.8 x 7 cm
Collection Louise Bourgeois Trust
© The Easton Foundation/ADAGP, Photo : Christopher Burke
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Además de las dos inspiradoras, Louise Bourgeois y su mujer-casa, y Niki de Saint Phalle y sus casas cuerpo en Toscana, admiramos también a Francesca Woodman que se funde en las paredes; los videos íntimos de Lili Dujourie, la sala comedor velada de Ana Vieira y las tres tiendas de Carla Accardi.
Helena Almeida, Estudo para dois espaços, 1977
Tirage gélatino argentique noir & blanc.
39,4 x 27 cm
Edition : 1/5,
The SAMMLUNG VERBUND Collection, Vienna
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Nos extrañaron algunas pequeñas imprecisiones : Helena Almeida (a quien admiro profundamente) no hizo esa obra para protestar contra la dictadura : su padre Leopoldo fue el escultor oficial del Estado Novo, y tal como ella declaró,
« había que vivir ». Sus fotografías expresan bien el encierro doméstico, y no, sino por una interpretación posterior, el encierro político. También faltaron : pero sin duda, algunas artistas tan competentes para el tema como Romina de Novellis o Ana Perez-Quiroga entran menos en el marco de una intensión feminista militante.
Niki de Saint Phalle, Nana maison II, 1966-1987
Polyester, bemalt, 375 x 400 x 300 cm
© NCAF – Donation Niki de Saint Phalle – Sprengel Museum Hannover, VG Bild-Kunst, Bonn 2017
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También quiero hacer dos críticas esenciales. La primera es que todas los artistas presentes son mujeres : ¿No tienen los hombres nada que decir sobre la opresión de la mujer y los estereotipos relacionados con ellos? ¿Debe acallarse su voz, censurarse, ocultarse sus obras? ¿Porqué haber eliminado las casas de Gregor Scheider (demasiado molesto)? o ¿de Erwin Wurm? ¿Porqué, para hacerle eco a Hon de Niki de Saint Phalle, no tanto haber mostrado sino por lo menos evocado la Womb House del Studio Van Lieshout? ¿Porqué descartar las presentaciones domésticas de Michel Journiac? Me parece que hay tres razones posibles : la militancia excluyente y obtusa, la presión por parte de un museo de Washington que coproduce la exposición y la recibirá en marzo (un museo que excluye a los hombres de sus exposiciones), o entonces ¿una bajeza de reciprocidad para vengarse de todas las exposiciones en las cuales, en efecto, no hubo mujeres? Les dejo escoger. Parece que un texto del catálogo menciona el tema y a algunos artistas masculinos, pero como no pude comprarlo (en ese momento los responsables de la tienda estaban ocupados en otra cosa), no puedo decirles más.
Leticia Parente, Tarefa I, 1982, vidéo couleur, sonore, 1 min 56 s, Sammlung Verbund Vienne |
La otra crítica importante es que, en su casi totalidad, es una exposición de mujeres blancas sobre los problemas de las mujeres blancas burguesas; aparte de una fotografía de Zanele Muholi sobre la dificultad de ser lesbiana en Suráfrica, un tema alejado de la relación con la casa (¿solo pueden besarse en la cocina?), todas las artistas son occidentales. Aparte del excelente video de Letícia Parente, en ninguna parte se habla de racismo, colonialismo, opresión de las mujeres negras o de las minorías; ni siquiera de la lucha de clases, no están presentes las empleadas domésticas, una cantidad insignificante que no es digna de interés. Es verdad que el tema favorito de las artistas no son las fregonas, pero, buscando un poco se encuentran (por cierto todas son del hemisferio Sur) : Zanele Muholi, precisamente (su serie sobre la madre Bester), Mary Sibande, Livia Marin o Josefina Guilisasti. Y, si se hubieran atrevido a darle la palabra a los hombres, la Esclavitud doméstica de Raphael Dallaporta hubiera encajado bien aquí, incluso se hubiera podido invitar a una artista empleada doméstica... Pero no, quedémonos entre gente de buena compañía, entre burguesas blancas bien educadas, cuyo horizonte de « luchas » parece ahora bastante limitado. Al excluir el enfoque masculino y la conciencia política, el horizonte de esta exposición es, también él, obtuso.
Louise Bourgeois (1911-2010). Spider. (Araignée), 1995
Bronze et acier
Paris, musée d’Art moderne
© Julien Vidal / Musée d’Art Moderne / Roger-Viollet
Droits d’auteur © ADAGP
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Es una lástima, era una buena idea. Es posible que haya bastantes artículos poco críticos y que glorifiquen la iniciativa, sin atreverse a cuestionar sobre la exclusión de los hombres y el sesgo político, incluso acusándome de antifeminismo (como algunas por mi crítica sobre Camille Henrot...). Por cierto, yo era prácticamente el único hombre en la visita de prensa.
Título en homenaje a Marco Ferreri.
Fotos cortesía de La Monnaie, excepto las fotos 1, 2 & 6.
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