(artículo original en francés, aquí)
Catarina Dias, Espaço-Cérebro, vista de la exposición, galería Vera Cortês, julio de 2015, foto Bruno Lopes |
¿ A usted ya le ha tocado quedarse inmóvil ante obras de arte, colocar su cuerpo en el único lugar adecuado en el espacio, no moverse sino según un método implícito determinado por el artista ? Probablemente si, ante esculturas como la Daphné del Bernin o un objeto específico de Donald Judd, pues muchas esculturas tienen esta exigencia intrínseca, el "buen" lugar en donde el mirador debe situarse. Y ¿ ante estos cuadros ?
Catarina Dias, Espaço-Cérebro, vista de la exposición, galería Vera Cortês, julio de 2015, foto Bruno Lopes |
Los cuadros abstractos de Catarina Dias, con formas de colores, nubladas, atormentadas, fluidas e indefinidas, sin duda no atraerían tanto el ojo sino se conjugaran con palabras, con letras. Pero antes de saber lo que se dice y de meditarlo hay que descifrarlo : pues, ante esas letras escritas al revés, en espejo o cabeza para abajo, el espectador vuelve a la infancia al intentar aprender a leer delante de su abecedario. ¡ Qué vergüenza ! (pequeña), me sorprendo moviendo los labios en silencio pues me doy cuenta de que necesito esta articulación muda, este enunciado introvertido para que las palabras puedan llegar a mi cerebro, para que las formas que por tanto apenas reconocí como letras adquieran sentido; no soy ciego sino analfabeta como ante un texto en alfabeto georgiano, por ejemplo. Me tengo que plantar ante el lienzo, sólo, inmóvil, concentrado, bloqueando toda visión periférica, a la buena distancia (y cada cual determina la suya, alrededor de 1.50 metros para mí, pero otros se sitúan más cerca y entonces cuando leen, sus cabezas se van inclinando poco a poco de abajo para arriba).
Catarina Dias, Espaço-Cérebro, vista de la exposición, galería Vera Cortês, julio de 2015, foto Bruno Lopes
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Y no es suficiente. También tengo que encontrar mi ritmo, leer lentamente, respirar profundamente, dejar penetrar en mí el soplo de los esbozos de poemas que leo. Me gusta imaginar que así se podría grabar el ruido silencioso de los espectadores, sus soplos rimados, su esbozo de formulación que no pasa el umbral de sus labios. Y así, concentrado, atento, reducido al estado de mirador puro, entro en un universo de silencio, de imposibilidad, de frustración, de agotamiento. ¿ he leído todo ? ¿ he entendido ? y ¿ porqué me siento agotado al final de la visita, anonadado, ciego, desesperado ? Leo : amorfo. Leo : caótico. Leo : trastornado. Leo : irracional. Leo : imprudente. ¿ Son esas palabras el espejo de mi alma confusa ? ¿ Es un mensaje que me está dirigido ?
(como un Rorschach del que yo sólo penetraría el sentido -un sentido- ?) ¿ La bonita y vivaracha vecina leerá otra cosa que yo en esas letras de donde recibo de frente la palabra 'Intrépido' ? Esta artista que ha sabido posesionarse en mi cuerpo, en mis labios, en mi aliento, ¿ no escribirá además un mensaje diferente para cada uno ? ¿ Se dirige solamente a mí ? ¿ Estoy poseído ?
La exposición se llama Espacio-Cerebro, en la galería Vera Cortês en Lisboa, hasta el 19 de setiembre, comisaria Joana Neves. Catarina Dias presentará una segunda parte de la exposición en el espacio Appleton Square del 8 al 19 de setiembre.
Fotos de Bruno Lopes cortesía de la galería.
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