vendredi 17 avril 2015

Taryn Simon y su intranquilizante extrañeza

31 de marzo de 2015, por Lunettes Rouges

  
(artículo original en francés, aquí)


Taryn Simon, Cutaways, 2012
Taryn Simon (en el Jeu de Paume hasta el 17 de mayo) es una artista del intersticio, de la falla, de la diferencia imperceptible entre sueño y realidad, entre normalidad y locura. Previene desde le principio, cuando, en un video corto vemos a la artista en un plató de la televisión rusa, algo sorprendida pero obedeciendo a las instrucciones de sus entrevistadores : quedarse inmóvil tres largos minutos "para el montaje". Eso no tiene sentido, no corresponde con nada, sino con una alusión al poder de los medios, en donde por 15 minutos de gloria somos capaces, incluso ella, de hacer cualquier cosa sin hacer preguntas. ¿ Debemos sonreir o preocuparnos ? Una vez preparados, ¿ tenemos que empezar esta exposición (extraordinaria) con una actitud desdeñosa y distante o al contrario con paranoia aguda ? ¿ Debo confesar que muy rápidamente pasé de la ironía al temor y de la burla a una angustia perturbadora ante tanta intranquilizante extrañeza ("un malestar nacido de la ruptura de la racionalidad tranquilizante de la vida cotidiana")?



Taryn Simon, Tim Durham, tiro al pichón, Tulsa OK, 2002



Para denunciar los errores judiciales y el peso de la identificación fotográfica, fotografía inocentes (aquí cinco Negros y dos Blancos pequeños) en el lugar crucial que los espanta, el polo magnético de su historia (allí en donde tuvo lugar el crimen del que son inocentes, allí en donde los detuvieron, allí en donde estuvieron realmente en el momento del crimen,..). 




Taryn Simon, An American Index of the Hidden and Unfamiliar, Cirugía estética de hymenoplastia, Fort Lauderdale, FL, 2007



Mostrar hasta que punto son extraños ciertos lugares insospechados al jugar con la diferencia entre expectativa y realidad, entre obras de arte y el hecho de que le pertenezcan a la CIA, entre cadáveres putrefactos y el hecho de que son objetos de estudio para un centro de antropología legal, entre esta sala de cirugía y el hecho de que reconstituyen hímenes vírgenes (detalle legible aquí bajo el n°7), entre cilindros de gaz y el hecho de que sirven para conservar cadáveres en criopreservación, etc. Es esa su serie más conocida, la que más hizo hablar (la de Salman Rushdie en el catálogo), y que estableció su reputación de descubridora sin miedo. Pues se trata de nuestros temores comunes, miedo al poder y al espionaje, miedo a lo nuclear, miedo a las manipulaciones genéticas, miedo a la ceguera, sobretodo miedo a la muerte. 
No es extraño que Disney no haya querido participar, a pesar de que Simon había sabido convencer organizaciones mucho más reticentes con la publicidad, como la CIA, el KKK, la Scientología, las centrales nucleares; pero en Disney, como lo dice el texto que muestran allí, queremos el "encanto mágico" y el "momento de ensueño tan propicio para la evasión", y no nos dejaremos llevar hacia ese preocupante proceso desmitificador.




Taryn Simon, Contrabando, Crema dental a la boñiga (India) (enfermedad de la vaca loca, 9.CFR.94.6), 2010


Precisa y exhaustiva, Simon nos propone aquí dos archivos de lo extraño, el uno es de ella, el otro es un reportaje. Primero fotografió objetos de contrabando decomisados por la aduana estadounidense (1), y esas fotografías están alineadas sobre las paredes de la última sala, como una enciclopedia o un archivo; hay drogas de toda clase, comidas prohibidas (camembert no...), falsificaciones, pedazos o esqueletos de animales muertos, como ese enorme pene de ciervo disecado, muñecas rusas con los personajes de Disney, (precisamente...) y algo totalmente inverosímil, crema dental a la boñiga... Es, en resumen un retrato detallado de Estados Unidos, de sus prohibiciones y sus miedos, de su deseo de pureza y de su angustia por la seguridad.



Taryn Simon, Picture Collection, expediente Autopistas, 2013



El otro archivo, desconcertante, casi enfermizo, obsesionante, es el de la colección fotográfica de la Biblioteca pública de Nueva York, una increíble acumulación de imágenes recortadas en los periódicos, o en libros, carteles, tarjetas postales... clasificados según una lógica absurda y poética (piscinas, pánicos financieros, nudos de autopistas, claro-oscuros, casas abandonadas, ...);generalmente tienen poco valor artístico (por ejemplo, retiraron de la colección las imágenes de la FSA) y están muy poco documentadas (fecha, lugar, tema, la mayoría de las veces mal informadas). Son imágenes en bruto, en las que solamente cuenta el aspecto pictural y la acumulación maniática pre-Internet es a la vez insignificante y enternecedora.



Taryn Simon, A Living Man Declared Dead and Other Chapters, chapter XI (Hans Frank), detalle, 2011




En fin, su serie alrededor de las familias es a la vez cautivadora y perturbadora.
Cautivadora cuando nos cuenta historias familiares y presenta a todos los miembros de la familia vinculados en una historia común, ya sea una familia bosnia víctima de las masacres serbias, de una familia hindú desposeída de su tierra pues el padre había sido declarado muerto falsamente, o una familia china seleccionada como 'modelo' por las autoridades (muestran a una quinta familia coreana a través de cuadros negros, resultado de la censura china). La presentación fría y formal de los miembros de la familia y de artefactos diversos constituye un documento casi judicial. Me impresionó la cuarta familia, la de un alto responsable nazi ejecutado después del proceso de Nuremberg (el detalle de los objetos presentados en la imagen aquí arriba es presentada aquí con el 
n° 27) : ¿ porqué los miembros de una familia deben ser expuestos así al público por el poder (muy persuasivo, ya lo hemos visto) de la fotógrafa y por una razón de la cual no son para nada responsables ? desde el punto de vista moral me chocó el voyeurismo de ese conjunto : al contrario de las otras familias que se muestran aquí no hay historia familiar común, las raras personas que se exhiben (Simon no pudo convencerlas a todas y muchas no quisieron) sólo tienen en común con su abuelo o tio el ADN. Taryn Simon a quien le gusta también denunciar poder e inquisición podría ser percibida aquí como su instrumento justiciero, reanudando con las peores maldiciones bíblicas : "Usted y sus hijos serán malditos hasta la décima generación". ¿ Tenía yo razón de sentirme algo paranoico al entrar en esta exposición ? la crueldad de mi antepasado convencional me otorgará un lugar en el registro de los malditos simonianos al lado de los nietos de Hans Franck. Es una pena que haya esta falla en esta obra.


También hubo (se acabó el 14 de marzo) una exposición de su serie más reciente, Birds of the West Indies, en la galería Almine Rech : el verdadero James Bond (a quien Fleming le birló el nombre) era un distinguido ornitólogo. Además de documentos sobre sus investigaciones (entre ellos una carta en la que se queja de las bromas que le hacen a causa de su homónimo), Simon presenta en las paredes TODOS los pájaros (331) que aparecen en las películas de James Bond, clasificados por lugar y fecha (dos en Portugal, en 1969), por bien cuidada que sea la imagen o no en el fotograma de la película. Además, por otro lado hizo un libro con el mismo título con un inventario de las mujeres, los carros y las armas que Bond (007) poseyó. También expone en Cherbourg (hasta el 31 de mayo), pero no la he visto.


1) no logré encontrar el nombre del artista que había hecho una obra fotográfica similar con los objetos confiscados a los pasajeros por la seguridad en un aeropuerto (Schiphol, me parece) y que los presentaba como un libro de artista y juntaba uno de los objetos confiscados (yo había comprado uno con tijeras pero lo tengo en el guardamuebles ...). Si alguien lo sabe... [Yuri Toroptsov - del que pueden ver la obra en el Museo de la Caza - me dió la respuesta : se trata de la serie Checked Baggage de Christien Mendertsma. Gracias]


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