¿ Qué contestar a la(s) pregunta(s) « y entonces, ¿ qué es la fotografía ? »

20 de marzo de 2015, por Lunettes Rouges


(artículo original en francés, aquí)

Qué es la fotografía, he aquí la pregunta que hace la exposición en el sótano del Centro Pompidou (hasta el 1 de junio). Hecha la pregunta, no hay realmente respuesta, o más bien una incitación para que cada cual encuentre la suya : es una exposición que se afirma a propósito como no basada sobre la teoría, únicamente sobre la práctica, en la que, a lo largo de las imágenes presentadas, el espectador es confrontado a una variedad de fotografías, es decir, de pistas posibles de respuesta, lo que puede resultar desconcertante. Naturalmente, no es que haya UNA respuesta evidente a esta pregunta, dada la cantidad de puntos de vista posibles : óptico, químico, indexado, histórico, ontológico... Pero por falta de municiones teóricas uno puede salir algo confundido. Sin pretender que sea la única verdad, me pareció útil diferenciar dos grandes aspectos en esta exposición, uno sobre la representación y el otro sobre el proceso, uno sobre el fotografiado y el otro sobre el fotografiante.

Timm Rautert, El sol y la luna a partir de un solo negativo, 1972

Ante todo, y es evidente, el cuestionamiento de la fotografía es el de la representación; incluye prácticamente la totalidad de las investigaciones, ensayos, cuestionamientos de todo género que han interrogado el medio, de Barthes a Krauss, de Dubois a Sontag, etc. ¿ Cuál es la relación de una fotografía con la realidad que se supone debe representar ? Una buena cantidad de obras aquí presentes tratan sobre el tema. Algunas excelentes como la obra de John Hilliard sobre el encuadre (la misma fotografía, según la manera como se encuadre tiene sentidos diferentes) o la de Tim Rautert sobre la duración de la insolación (la misma fotografía según la insolación, puede llamarse Sol o Luna). pasaremos más rápido sobre los trucos de Mariusz Hermanowicz, sobre el tiempo que pasa simplísimamente ilustrado por un ramo marchitándose de Jan Saudek, o sobre la alegoría de Patrick Tosani congelando el instante, que me parecieron algo limitados en relación con la riqueza del propósito (y dicho sea de paso, no entendí en qué consiste la pertinencia de la fotografía de Florence Paradeis).

James Welling, Gelatin Photograph, 1984

Mucho más interesantes son las imágenes que cuestionan el proceso fotográfico, y ante todo la integral de las Verifiche (Verificaciones) de Ugo Mulas. Tenemos también el cuestionamiento de la química fotográfica por Giulio Paolini y James Welling, y el de la focal por Josef Robakowski. Es una pena que no hayan presentado fotogramas (excepto Mulas), que son un elemento esencial de ese cuestionamiento ( ¿ qué es una fotografía sin cámara fotográfica ?) y sobre todo el hecho de que en lugar de una fotografía con cámara oscura (es decir con papel fotosensible sobre el costado frente a la estenopeica), tengamos una, hecha por Abelardo Moreil con un aparato normal  en el interior de una pieza transformada en cámara oscura, lo que me parece que pasa por el lado del   interrogante : ¿ qué es una fotografía sin objetivo ?


Pero hablemos de Ugo Mulas y sus Verifiche, sobre las que quiero pasar más tiempo y que, me parece, son la razón principal para ir a ver esta exposición; sobre todo que el texto en francés que acompaña cada imagen está a disposición en la sala -no el texto preliminar de Mulas, que además es muy elocuente, y que dice : "En 1970, empecé a hacer fotos cuyo tema era la fotografía misma, una especie de análisis de la operación fotográfica con el fin de individualizar los elementos constitutivos y el valor en sí mismos."

Ugo Mulas, El tiempo fotográfico, a Jannis Kounellis (V3), 1970e

Ugo Mulas (1922-1973) fue conocido primero como fotógrafo de la escena artística italiana y neoyorquina. Cuando la exposición Vitalidad del negativo en el arte italiano 1960-1970, fotografió las instalaciones de los 35 artistas presentados y, entre ellas, la de Jannis Kounellis, que consistía en la repetición cotidiana de una frase musical de la famosa aria "Va, penseiro" de Nabucco de Verdi, y que siempre el mismo pianista tocaba sin fin dos veces al día en un piano de cola, en una sala blanca y vacía. Su desafío era cómo rendir cuentas sobre una experiencia auditiva y temporal a través de la fotografía : más que con una sola imagen ilustrativa, Mulas quiso "decir todo fotográficamente", y "hacer surgir la dimensión del tiempo fotográfico". Realizó 36 tomas, todas idénticas, del pianista tocando, visto de lejos y de espalda al fondo de la sala, siempre con el mismo ángulo y la misma luz. Son 36 fotografías idénticas, que solamente distingue le momento de la toma, y Mulas las presenta en forma de plancha de contacto, y escoge confrontar esta imposibilidad fotográfica al mostrar no el evento sino los limites temporales de su representación fotográfica. 

Ugo Mulas, Homenaje a Niepce (V1), 1968 1970

Ugo Mulas, Para Marcel Duchamp (fin de los Verifiche), 1971

La primera de las Verifiche, Homenaje a Niepce, representa una plancha de contacto completa (con un principio y 'talón' que marca una forma de temporalidad, de escansión regular) de una película sin utilizar, sin impresión, pero desarrollada, fija e impresa, que, perdería así todo sentido utilitario y se convertiría en una especie de ready-made, al representar también a su manera la 'vitalidad del negativo', el potencial de la superficie sensible, auto referencial y que no representa otra cosa que a ella misma. Como para afirmarlo mejor, la imagen se encuentra en la última fotografía de la serie, intitulada Final de las verificaciones. Para Marcel Duchamp, la placa de vidrio que mantenía la placa de contacto se ve rota : naturalmente se refiere al Gran Vidrio de Duchamp, pero también, dice Mulas, es un testimonio de "la influencia, quizás inconsciente, de una actitud de Duchamps, de su no-hacer […] sin el cual esta parte de mi trabajo no hubiera existido".

Ugo Mulas, La amplación, El cielo para Nini (V5), 1972

Otras verificaciones tienen que ver con la toma, el objetivo, el temporizador, el laboratorio, el retoque, el pie de foto, el autorretrato, en definitiva todos los capítulos de un manual de fotografía para principiantes, todo lo que anteriormente Mulas había considerado como acciones automáticas y utilitarias, pero sobre las cuales, en ese entonces, se puso a reflexionar. Una de las dos Verifiche intituladas La ampliación, muestra una fotografía del cielo ampliada cien veces, en la cual sólo percibimos el grano del papel, las sales de plata y que, según Mulas, podría ser también la fotografía de una pared, una imagen reversible, intercambiable, casi abstracta y completamente desprendida de la realidad y de su representación.

Ugo Mulas, La operación fotográfica, Autorretrato para Lee Friedlander (V2), 1970

La relacionada con la toma, intitulada La operación fotográfica. Autorretrato para Lee Friedlander, es una autorretrato con espejo en el cual su cara está casi totalmente tapada por el aparato mientras que su sombra se proyecta sobre la pared : el aparato es un medio que no le pertenece, y que "lo excluye cuando más presente está".

Ugo Mulas, El sol, el diafragma, el tiempo de exposición (V9), 1972

La Verifica relacionada con el tiempo de exposición, El sol, el diafragma, el tiempo de exposición, consiste en una plancha de contacto de fotografías del sol hechas con diferentes aberturas y diferentes tiempos de exposición, desde la oscuridad hasta una blancura resplandeciente en medio de la película, para terminar en una casi oscuridad. En fin, la Verifica n° 7, El laboratorio. Una mano desarrollada, la otra fijada. A Sir John Frederick Willliam Herschel, muestra la imagen de una mano mojada con el desarrollador la otra con el fijador. Ya no hay cámara fotográfica, son fotogramas, el uno en positivo el otro en negativo. Después de las otras operaciones de deconstrucción del aparato fotográfico, aquí Mulas se confronta con la esencia misma de la fotografía como escritura de la luz. 

Ugo Mulas, El laboratorio, una mano desarrollada, la otra fijada, a Sir John Frederick William Herschel (V7), 1972

Las Verifiche son una conclusión, la culminación del trabajo de Ugo Mulas, al volver al final de su vida sobre lo que la fotografía fue para él, para poner una mirada analítica y conceptual con el fin de volverlo explícito. Es esa la mejor respuesta, me parece, a la pregunta hecha por esta exposición.




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