jeudi 15 mai 2025

Avery Singer : ¿pintura o discurso?


30 de abril de 2025, por Lunettes Rouges

(artículo original en francés, aquí)


Vista de la exposición con Avery Singer, Poker Players, 2025


Avery Singer pintora neoyorquina nacida en 1987 (no hay que confundirla con su homónimo) presenta en Oporto (hasta el 7 de septiembre) una serie de cuadros reciente, intitulada «run_it_back.exeˇ», en la cual, más allá del tema, la instalación y ante todo su técnica, son sumamente originales. Transformaron la sala del museo en una oficina impersonal (color neutro, luz fría, alfombra industrial, sillas comunes), una arquitectura de poder y control; se piensa, claro, en Philippe Thomas e IFP. Uno se desplaza a lo largo de un corredor agobiante que hace pensar en una cárcel (o en un checkpoint), y en la sala principal hay unos cuadros grandes y oscuros sobre paneles de aluminio que están colgados de tubulares y una barra de protección por delante. 


Avery Singer, Oxalexis, 2024


¿Serán verdaderamente cuadros? ¿Cómo los pintó? ¿Cómo obtiene la artista esa profundidad, los desdoblamientos, la multiplicidad de capas, la incertidumbre visual? Esas pinturas son grisuras retro futuristas, al mismo tiempo opacas y transparentes, que hay que descifrar sin saber nunca en qué nivel estamos, en qué capa se encuentran tal o tal motivo, más o menos escondido en unas nieblas enigmáticas; es como si la mirada avanzara unas veces y retrocediera otras. Hay formas que emergen del fondo oscuro como si fueran sombras espectrales. Es el resultado de un trabajo bastante complejo a partir de dibujos de computador impresos sobre la tela, pintados con aerógrafo y después rociados con una encáustica de caucho que la artista raspa después capa por capa, borra, entresaca, hasta obtener una pintura descompuesta y única, situada entre lo real y lo virtual, distinguirlos se vuelve indiscernible. Nos puede recordar el cubismo, a Naum Gabo o a Duchamp, o las máscaras africanas, o a los vorticistas, todos los intentos numerosos para destruir las líneas y desintegrar la representación. 


Avery Singer, Market Maker, 2025


El cuadro más impresionante es sin duda el de los ojos, que nos observan y se observan entre ellos, en el cual percibimos pantallas de computador, códigos QR (que dan acceso a criptomonedas), símbolos bursátiles y financieros, un rostro (el del PDG de BlackRock), toda una ventana hacia otro lugar. Se trata de vigilancia, poder, descarríos financieros (curiosamente, al lado de sus cuadros la artista colgó dos croquis de la audiencia del juicio de Caroline Ellison de FTX, dibujados por Jane Rosenberg). Es una oportunidad para la curadora de redactar una larga crítica (pertinente pero bastante convencional) de todos los daños que la finanza, la tecnología, los algoritmos, etc. le ocasionan al mundo contemporáneo (sin olvidar que Trump apoya las criptomonedas...). Terminamos lamentando que la expresión en pintura de ese discurso, salvo el cuadro de los ojos, sea demasiado incomprensible para que tenga un verdadero impacto crítico, salvo de manera muy general; delante de los otros cuadros uno se contenta mirando la técnica sin darse realmente cuenta del vínculo entre lo que es representado y el discurso social y político que supuestamente debe preocuparnos. 


Fotos del autor




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