6 de noviembre de 2022, por Lunettes Rouges
(artículo original en francés, aquí)
Margaret Watkins, Bodegón con espejos y ventana, 1927, MoMA, no está en la exposición |
Como el mercado del arte se alimenta con carne tierna, periódicamente «descubre» a un artista desconocido y lo promociona: más allá de la calidad propia del trabajo, tenemos entonces un mecanismo económico bastante evidente. Lo analicé a propósito de Miroslav Tichý y de su «invento». La comisaria que contribuyó en el lanzamiento de Vivian Maier, presenta actualmente (hasta el 8 de mayo) en el mismo museo de Lisboa en el cual mostró a Maier, su último «descubrimiento», Margaret Watkins, relativamente desconocida (1884-1969), fotógrafa de calidad pero mas seguidora que pionera.
Margaret Watkins, Sinfonía doméstica, 1919 |
Una desconocida que tiene todo para llamar la atención. Para empezar es mujer, además nunca se casó, trabajó entre 1908 y los años 1930, en el momento en que, evidentemente la fotografía era sobre todo una actividad masculina. Es también alguien que un día dejó de fotografiar (para cuidar a sus viejas tías...) y que desde entonces vivió recluida durante más de treinta años. Pero, milagrosamente, poco antes de su muerte le entregó a su joven vecino Joseph Mulholland, una caja sellada que éste último no abrió sino tres años después y en la que descubrió 1200 fotografías. Luego de hacer varias exposiciones en galerías (entre ellas la que abrió Joseph Mulholland) y una exposición en la National Gallery de Canada en 2012 que empezó a hacerla conocer, ahora la encontramos en Europa (España, Hungría, Portugal, ..), y mecánicamente podemos decir que pronto se organizará una exposición en Paris.
Margaret Watkins, El Multiple de Blythswood (escalera), sin fecha |
Alumna de Clarence White, pasó de un pictorialismo bastante apagado a una estética cercana a la del Bauhaus y de la Nueva Objetividad que entonces estaba poco difundida en América del Norte. Como a muchos otros, lo que le permitió construir bodegones audaces y angulosos que se aproximan a la abstracción, fue la publicidad. Sus fotografías «domésticas», del baño o del lavaplatos lleno de loza sucia, desarrollan la misma estética fría, formal y geométrica. Ese es su trabajo más importante pero el que menos seduce, no se pasa de original cuando se compara con las fotógrafas europeas de entre las dos guerras y además tiende a devolver a la «mujer fotógrafa» a su universo doméstico, cocina y limpieza.
Margaret Watkins, Desnudo, 1923 |
Los retratos que hace entonces están bien hechos, los hombres son mas bien cordiales pero sin gran originalidad, mientras que en los desnudos femeninos se vislumbra una sensualidad y una atracción indiscutibles.
Margaret Watkins, Londres, años 1930 |
A partir de 1928 se va de los Estados Unidos se radica en Glasgow y viaja por Europa: Alemania y Francia. Fotografía la calle, las vitrinas, los letreros. Se ven entonces composiciones interesantes con juegos de sombra y líneas arquitecturales siempre con una estética geométrica algo brutal.
Margaret Watkins, Moscou, 1933 |
Su última actividad fotográfica intensa parece ser un viaje a la Unión Soviética en agosto de 1933, dos años después de su ex alumna Margaret Bourke-White; quizás sea un testimonio de sus simpatías políticas aunque mira con humor el culto de la personalidad existente. La arquitectura modernista soviética la fascina y realiza composiciones complejas a partir de los edificios moscovitas. En su conjunto es cierto que es un descubrimiento menor, pero interesante.
Salvo la primera, son fotografías de la colección Mulholland.
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