3 de agosto de 2015, por Lunettes Rouges
Nuno Nunes-Ferreira, Festa, 2013 |
Las islas siempre nos atraen. Mientras más lejanas, extrañas, suspendidas al fin del mundo, en los límites de lo desconocido, más funciona su magia justo antes de la gran travesía. Es en las islas (a veces en los puertos también) que encontramos lo desconocido, lo inesperado, aquello que tal
vez haga desviar nuestro cuerpo y que quizás
nos lleve allende. Entonces, en medio del Atlántico,
en el extremo occidental de Europa, sobre una tierra que a veces animan
volcanes y temblores, en un paisaje de campos verdes y piedras negras, entre
cielos siempre húmedos y aguas siempre verdes, se lleva a cabo desde hace cinco años un festival artístico que combina el
adentro y el afuera, artistas que llegan del exterior y creadores locales, que
reúne hasta en su título, "Walk and Talk", "Anda & Fala", el
descubrimiento y el intercambio mezclando el portugués
y el ingles, el deambular y la palabra, hasta el alba. Yo les hablaré sobre todo de artes plásticas y de street
art, pero también hay talleres de baile, música
y diseño y de muchas otras fuentes de creatividad. ¿La isla de São Miguel se convierte entonces en el centro del mundo,
equidistante imaginaria de cuatro continentes (si distinguimos las dos Américas...) ? En todo caso durante 15 días
se vuelve un interesante laboratorio, un lugar en donde la gente un poco loca
se encuentra para experimentar e intentar crear una nueva relación con el arte y la cultura, alta y baja. Un evento que sus dos jóvenes creadores transforman sin cesar. Es posible que en sus
inicios Avignon y Arles hayan sido así y
es probable que en veinte años miremos con asombro y respeto al que diga "yo estuve en el
Walk and Talk en 2011, en 2015"...
Maria Trabulo, A caminhada é facil com os pés no chao, 2014, ph. de l'artiste |
Maciel Santos,
Sweet Orange Mega Beast, 2013 y vista de la exposición , fot. Rui Soares
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Subiendo la escalera, sentimos una presencia
a nuestra espalda, descubrimos una escultura mural del mismo NunoNunes-Ferreira, hecha con altavoces recuperados en la sede del Partido
Comunista y ahora irrisorios, vacíos de energía y de sentido que sin
embargo parecen amenazarnos y vigilarnos (arriba). Al entrar en la gran sala
del piso de arriba el espectador se confronta con la representación de madera de una gran contenedor azul debajo del cual está atrapada una naranja : podemos hacer una lectura política, económica, y ver oposiciones, tensiones, hablar de desequilibrio y
desigualdades. Vaya a saber porqué ante esta instalación de Maciel Santos, tan rica en interpretaciones posibles lo que
se me ocurrió
fue un poema de amor.
Rodrigo Oliveira,
Sobre o Leite Derramado, 2008, peintura mural
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En una de las paredes, Rodrigo Oliveira pintó un flujo ininterrumpido de leche : leche de Azores, leche de la
tierra prometida (la de la leche y la miel), leche pasando de la micro economía campesina a la macro economía
de los grandes trusts alimentarios. Pero también
veo el mito del movimiento perpetuo, del cuerno de abundancia inextinguible,
del fin de la escasez. Al lado, nueva ilusión,
tres fotografías de Lisboa de Sandra Rocha : una pareja vestida de blanco que
baila, una habitación de hotel vacía, un locutorio de cárcel vacío, tres imágenes de soledad. Imágenes que serían de los más ordinarias si aquí no se tratara deLisbon, California, de Lisbon, Missouri, de Lisbon, Ohio... Otra apariencia
engañosa.
Angela Ferreira
et Narelle Jubelin, Crossing the Line.3 1999-2015
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Ángela Ferreira con Narelle Jubelin revisita una vez más los mitos coloniales a partir de una fotografía de la familia Ferreira pasando la línea
durante un viaje hacia Mozambique en transatlántico
en 1964 : la fotografía ya no existe pero se hizo una imagen bordada. La artista
re-fotografió
la imagen numéricamente
y la imagen se expuso tanto al norte como al sur (de Barcelona al Cabo, a
Madrid, a Maputo, a Lisboa, a Sydney, a Londres), y ahora en Ponta Delgada.
Pero, durante el último paso del ecuador, entre Sudney y Londres el bordado se perdió : ya no queda sino la imagen de la imagen, una segunda transposición, una mutación final apenas legible.
Vasco Araujo,
Exotismo - Yes we don't have bananas, 2013
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Vasco Araujo presenta dos obras relacionadas
con la producción agrícola de la isla, bananos y ananás.
Fiel a su crítica mordaz e irónica de los modos de producción
y de los rituales coloniales y pos coloniales, acompaña
sus obras de pequeñas piezas sonoras : el cuadro de los bananos se completa con Yeswe have no bananas. Y sobretodo, en una alcoba abierta, un ananás falso de madera y plástico que presenta en
una mesita, tan ambiguamente sensual tal un Georgia O'Keefe,
se ofrece a la mirada maravillada hasta que
uno se pone el casco para escuchar melodías
excitantes que tocan en todos los tonos : "Oh it's so exotic". De
nuevo lo que parece no es la realidad : el exotismo, esa mirada de un hombre
del norte, no es sino apariencia.
Vasco Araujo,
Exotismo 3, 2014
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Esta interesante exposición, llena de alusiones, de inesperados, de tangentes, es como un
revelador de la isla, de su estatus de entre dos (otra "Deception
Island"), y podemos intentar leerla, como si nada, como hilo conductor de
todo el festival.
Viajé invitado
por el festival.
Fotos del autor excepto 2&3.
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