5 de agosto
de 2015, por Lunettes Rouges
En todo
caso es lo que afirmó en público, una noche, en la galería de Walk & Talk (pronto lo dirá de nuevo en Lisboa, de aquí a allá, en principio habrá tenido 27 nuevos amantes - es una pena que haya que hablar portugués-, yo
hubiera sido candidato). Cada una de esas historias de amor (excepto dos : un
ex y alguien de quien no sabremos nada) ha durado... una hora.
En efecto,
la artista ha invitado personas conocidas o desconocidas a pasar una hora con
ella con el fin de simular una intimidad amorosa, en Río, Lisboa
y Ponta Delgada. En cada cita se toman una o varias fotografías que
marcan de manera directa o indirecta este encuentro íntimo. Coleccionitis obsesiva,
intima, de ficción o real : es al mismo tiempo un relato sobre la falta y el deseo
obstinado de colmarla, sobre el dolor de la ausencia que nada cura
y una exploración de los límites de la actuación y de la imposibilidad de conservar una huella de ella.
Raquel André, Colección de amantes, actuación del 29 de julio de 2015, foto. walk&talk/Rui Soares |
La proyección de fotografías va
acompañada de una divertida enumeración de las características de
los dichos amantes, como una contabilidad oulipiana :
-
10 amantes le hicieron un regalo;
-
Recuerda el olor de cinco de ellos;
-
Oyó muy bien los latidos del corazón de treinta de sus amantes;
-
43, fetichistas podofílios, fotografiaron sus pies;
-
Intercambió su ropa con tres amantes y se baño con siete;
-
Uno le pidió que le dijera las palabras que a él le hubiera gustado escuchar en
boca de su ex;
-
Y si sabemos que compartió cama con 48 de ellos, y que le
hubiera gustado tener un encuentro más íntimo con once, no quiso decir
cuantos se habían convertido realmente en sus amantes después de esos encuentros.
Sin hablar
del lado sentimental, psicológico y divertido de esta forma de ficción, lo interesante en esta obra
es ante todo el proceso representativo, la tensión entre lo efímero y lo
esencial, y la obsesión prácticamente enfermiza del coleccionista. Aquí
el artista parece
conservar el control, no muestra ninguna debilidad, no se vuelve vulnerable :
en el fondo no es sino un juego, o en todo caso ella lo presenta como tal, sin
aventurarse en terrenos más peligrosos como los explorados por una Marina Abramovic o una TraceyEmin.
Viajé invitado por el festival.
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