(artículo en francés, aquí)
Foto encontrada por el autor en diciembre de 2014 |
Esta exposición (en la MEP hasta el 25 de enero) se dirige a todos aquellos que chamarilean en las pulgas y que esculcan en paquetes de fotos viejas en desorden para detenerse de repente ante una imagen extraña, curiosa, inesperada, desconcertante, y la regatean por solo unos céntimos. Su recolección y la mía no son nada al lado de las miles de imágenes que consiguió Michel Frizot, revelando así una faceta (aparentemente) más informal que su serio trabajo de historiador de la fotografía, pero que, lo vemos en sus textos del apasionante catálogo, enriquecen su pensamiento ontológico sobre la fotografía (también coautor de Foto encontrada). Permítanme, antes de detallar la exposición razonable de su colección en la Maison Européenne de la Photographie, empezar por la fotografía aquí arriba de una orgullosa marimacho que compré hace unos días en la Vandoma de Oporto y que proviene de un estudio lisbonés : sin duda data de finales de los años 30, por tanto un momento en el que el Estado Novo no toleraba para nada ese tipo de fantasías transgénero.
Anónimo, según un negativo rallado, hacia 1910, 8.8x12.5cm |
Así, toda foto crea enigma : siempre hay una diferencia entre lo real y su representación
y toda imagen conduce a un cuestionamiento, a una ambigüedad, una vacilación. Ante esas fotografías y su acuidad, su singularidad, la mirada se activa, se moviliza, e intenta detectar la parcela de 'realidad' escondida, a menudo sin el conocimiento del fotógrafo.
Anónimo, 'En un local en desuso de Budapest, los cuerpos de patriotas húngaros al lado de una estatua, desmontada a la gloria del deporte soviético', Budapest, 1956, 29.8x22.6cm
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Esta exposición es un poema, una deambulación onírica y sorprendente. Y a menudo, sorprendidos por una imagen única, nos sorprendemos de nuevo al descubrir la leyenda. La mayoría son fotografías de anónimos y a veces proceden de agencias, únicamente unas 40 de las 160 son atribuidas.
Anónimo, intentan fotografiar veteranos del Vietnam después de una manifestación en Washington, 29 de marzo de 1974, foto de prensa 17,5x21,8cm |
La exposición se desarrolla en once partes, cuyas fronteras parecen algo borrosas y el visitante se sorprende imaginando otras correspondencias, otras categorías. Algunas de las partes son bastantes evidentes (como el ultimo dedicado a imágenes estereoscópicas), algunas parecen más pobres, y otras al contrario están llenas de maravillas. Intentaré aquí seguir ese recorrido, de lo más sencillo a lo más denso, primero en torno a la toma tal cual, y luego con las figuras de lo fotográfico, y al fin mostrando la relación perceptiva que compromete al que mira.
Anon., Entrada y subida al Vesubio, hacia 1865, revelado albuminado, 19.4x24.8cm |
Primero, con la toma tal cual, empecemos por el ambiente del lugar, la simple extrañeza de un lugar que se le ofrece al fotógrafo, de manera frontal, algo deformada por la visión monocular del objetivo (después veremos las maravillas de la estereofotografía).
A. de Bonis, Escalare de San Isidro, Rome, hacia 1865, revelado albuminado, 18.8x24.7cm
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Luego, el espacio del lugar, cuando asociaciones, tangentes, pasarelas, le permiten a la mirada que estructure la imagen 'al sesgo', ya sea que el fotógrafo lo haya hecho a propósito o no.
Los primeros recién nacidos del año, 1939, Agencia Schostal, Viena, 12.9x18.2cm |
En fin, las opciones del fotógrafo, cuando éste agencia su imagen con un punto de vista, el encuadre, y así toma posición como con los recién nacidos formando la esvástica. En esta misma categoría encontraremos la fotografía de los muertos de Budapest con una vecindad inadecuada (y el enigma dentro del enigma es también la posición del brazo derecho del muerto más al fondo) y la de los veteranos del Vietnam (en la cual el fotógrafo pone precisamente en perspectiva la acción de fotografiar, y su pertinencia).
Un 'ramo' de rocas y de barro, foto de prensa, California, hacia 1930, 19.7x24.7cm
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Enseguida vamos hacia las figuras de lo fotográfico, hacia las formas que solo existen gracias a la toma fotográfica y que muestran el proceso fotográfico : primero las configuraciones inéditas, imágenes de sorpresa imprevistas o aleatorias.
Anon., ST, hacia 1930, 13x18cm |
En la resolución estética, en cambio, la intención del fotógrafo de construir una imagen calculada sorprendente es evidente.
Anon., Retrato en estudio, tarjeta postal fotográfica, hacia 1910, 9x14cm |
Al fin, el sujeto mismo puede ser el objeto extraño, que escapa a lo estándar, volviendo la figuración disfuncional, como este niño bloqueado en la mesa volteada para estabilizarlo durante la toma.
Anon., ST, hacia 1900, revelado cloruro, 16.5x11cm |
En tercer lugar, algunas fotografías cuestionan nuestra relación visual, perceptiva, con lo se nos muestra. Al jugar con el enigma de la atención, a través del encuadre, lo borroso del contraste, los efectos de luz, la perspectiva, el fotógrafo nos lleva hacia una contemplación más estética de la imagen.
Reunión de modelistas, Mondial Photo-Presse, hacia-1930, 12.8x17.6cm |
El fotógrafo también puede jugar con el enigma del contexto, haciendo surgir una situación
indistinguible, incomprensible sin explicación contextual.
Anon., 11 de noviembre 1930, 6.2x4cm |
La mirada del sujeto, su relación implícita con el que mira engendran un enigma relacional (y yo diría lo mismo de la sonrisa discreta de 'mi' marimacho).
Anon., sobreimpresión, hacia 1930, 8.2x5.4cm |
La exposición continúa con dos añadidos : el primero dedicado a las combinaciones equívocas, no son tanto collages surrealistas como artificios fotográficos que le adicionan a la imagen un enigma suplementario, como la misteriosa sobreimpresión indescifrable o como la mujer con la cara rayada (que me evoca irresistiblemente la mutilación fotográfica de Madani y sobretodo la, mucho más incomprensible de Atget).
B.W. Kilburn, The Surging Sea of Humanity at the Opening of the Columbian Exposition, Chicago, 1893 |
Para concluir, un añadido dedicado a las estereofotografías, con esa profundidad ilusoria de la mirada que se pierde en la masa.
Anon., ST, vers 1890, revelado albuminado, 9.5x15.3cm |
El encanto de esta exposición es tal que podemos verla únicamente como una colección de curiosidades, de enigmas, de hallazgos incongruentes, pero que al mismo tiempo, no nos deja salir sin interrogarnos sobre qué es la fotografía (lo que no es el caso, por ejemplo en los otros pisos de la MEP, con el parlanchín Alberto García-Alix).
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