(original en francés aquí)
Jean-Philippe Charbonnier, Niño borroso, Paris 20e, 1947 |
Sin duda alguna todos hemos visto fotografías de Jean-Philippe Charbonnier sin prestarles mucha atención, ilustraciones de aquella revista Réalités que ojeábamos en la sala de espera del médico, reportajes exóticos del otro lado del mundo, destinos soñados e inalcanzables, incluso si, vaya sorpresa, entre los ejemplares expuestos, encontramos un artículo de septiembre de 1958 sobre la recesión norteamericana, como si, por lo menos una vez, el mundo real, la pobreza, las realidades económicas, hubieran entrado brutalmente en ese bonito mundo de papel brillante, tan lejos de lo real a pesar de su título.
Jean-Philippe Charbonnier, Les jambes de Marisa Berenson, Paris 1978 |
Y es ese el interés de esta exposición « chez ma tante » (« en casa de mi tía »), en la Galería del Crédit Municipal (que abre a las 9 de la mañana, el lugar más tempranero de Paris para ver una exposición) consagrada (hasta el 14 de febrero) a este fotógrafo menos conocido que sus compañeros de la fotografía francesa humanista, y sin duda más cercano a Walker Evans que a Robert Doisneau, entonces, todo su interés era mostrarnos, al lado de bonitas imágenes, y de sus fotos de estrellas (arriba, las piernas de Marisa Berenson), una obra más oscura, más popular, más realista, precisamente, las realidades de lo cotidiano.
Jean-Philippe Charbonnier, Delante de Citroën Quai de Javel, Paris, mayo de 1968
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No es que sean reportajes sobre los acontecimientos (aparte algunas excepciones, como este arcángel izquierdista) sino más bien callejeaderas, escenas instantáneas tomadas por las calles, sin ningún sentimentalismo, con un sentido agudo de lo concreto, de la situación : no se trata de denunciación sino de testimonio.
Jean-Philippe Charbonnier, En un autobus 96, hombre del pueblo marcado por la vida, jovencita inocente, Paris 1977
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Charbonnier muestra siempre una viva inteligencia en la composición y en las formas; describe, por ejemplo, la fotografía aquí arriba de la manera siguiente
«se encontraba allí este hombre esculpido, faltaba alguien en contraste. Subió un mujer fea, luego se bajó. El 96 circulaba. Se subió esta jovencita pero la luz no era buena. Yo sabía que llegando a Châtelet, antes de la parada, el bus giraría en ángulo recto y que habría sol a 45° sobre mis sujetos. Llegamos : 1/1500 a 11-16 pero el fondo es cursi. Pasa un camión y todo se arregla. Gracias.»
Jean-Philippe Charbonnier, Dos manos y una braga, Luxembourg, Paris 1978
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Y, cuando no ve a Bettina o a Juliette Greco, enfoca su objetivo hacia las mujeres que ve en la calle, las jovencitas al sol en el Luxemburgo, conmovedoras, torpes y algo ridículas, hacia las damas de los baños o las bailarinas de Folies Bergères aburridas detrás del escenario y no luciendo en él.
Jean-Philippe Charbonnier, Parte de atrás de Nuestra Señora, Paris, 1981 |
Con mirada segura rastrea lo inadecuado, lo que contrasta, (y a veces con humor negro en sus leyendas, más por el lado del Hérisson (revista de humor) que del de Réalités, más bien sala de espera de peluquero que de médico).
Jean-Philippe Charbonnier, Domingo de primavera, Paris, 1970 |
Algunas de sus imágenes son composiciones formales bastante asombrosas : si el joven borroso de arriba es un misterio (foto realizada en laboratorio y sobre pie, y solamente las lámparas de gas son nítidas), el desnudo, una de las raras imágenes más personales, no se descifra de inmediato, entre los ángulos de la silla, las lineas de sombra, y las formas puras del cuerpo en donde el vello parece casi incoherente.
Jean Philippe Charbonnier, 14 de julio de 1945, plaza del Bourg Tibourg, Paris 4e |
Hay un pequeño catálogo bastante bien hecho, de Ediciones Séguier, con una presentación por Emmanuelle de L’Ecotais (y a buen precio, 10€)
Todas las fotos © Jean-Philippe Charbonnier/ Gamma-Rapho.
Foto 6 (Nuestra-Señora) cortesía del Servicio de Prensa del Crédit Municipal
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