(artículo original en francés, aquí)
Charlotte Salomon, ¿Vida? o ¿Teatro?, plancha 4925 (final) (Vida o Teatro) |
[Esta reseña es la número 2500 de este blog que empecé hace 14 años y que Le Monde seguirá publicando pues han renovado mi contrato.]
Charlotte Salomon, ¿Vida? o ¿Teatro?, plancha 4817 (¿Ves la mancha allí arriba? Representa a Io y a Júpiter) |
Charlotte Salomon, Berlin 1917, Auschwitz 1943: a menudo se presenta a Charlotte Salomon de esta manera bastante reductora. En efecto, nace en Berlin en 1917 en una familia de la gran burguesía judía asimilada (la cual, inconsciente del desastre que se anuncia, intenta, al principio del nazismo, utilizar su posición social para atenuar las discriminaciones raciales: padre encarcelado pero liberado rápidamente ya que su esposa logra intervenir a alto nivel (4800), Charlotte, única alumna judía de la Academia de Bellas artes, antes de decidirse a emigrar). Y en efecto, la gasearon a su llegada a Auschwitz en 1943, después de que fuera detenida en el sur de Francia poco después de la invasión alemana en septiembre de 1943 (había ido a encontrarse con sus abuelos y había estado bajo la protección de Ottilie Moore en Villefranche hasta su partida).
Charlotte Salomon, ¿Vida? o ¿Teatro?, plancha 4701 |
Aunque sea ese el fondo trágico de su historia, no es el tema principal. Primero, podemos decir que su identidad judía es «implícita»: no es religiosa, no habla ni yiddish ni hebreo, no le da una importancia particular a la cultura judía (ni en literatura, ni en música, si nos basamos en las citaciones de su obra), y no se define como judía sino porque así la definen los demás: es la mirada de los demás que hace al judío, si tomamos la tesis de Sartre. En uno de los dibujos (4786) dice «pero no parezco judía», en otro (4336), el Director de la Academia duda de su identidad judía. Numerosos son los que han querido acentuar su identidad judía (como por ejemplo el comisario de esta exposición), y ven etimologías hebraicas y símbolos judaicos aquí y allí, lo que me parece ser una sobre interpretación excesiva.
Charlotte Salomon, ¿Vida? o ¿Teatro?, plancha 4762 (iA muerte los judíos! iCojan todo lo que puedan!) |
Luego, Charlotte Salomon parece mirar los acontecimientos trágicos que afectan a los judíos con cierta distancia: algunas gouaches muestran los desfiles nazis (4304, la primera vez que la palabra «judío» aparece en su libro), algunos periódicos (4305, 4761) o la Noche de Cristal (4762, arriba), pero, muy a menudo, de manera más bien fríamente descriptiva y no como acontecimientos que la afectan personalmente; anota por ejemplo (4304) en la leyenda del desfile nazi «los judíos quienes con su eficacia a menudo indeseable son quizás una raza arrogante e insistente, ocupaban cargos importantes en el gobierno y en otros lugares, y los perdieron cuando los nazis tomaron el poder». Es todo. Los invitados judíos burgueses que pensaban en su partida de Alemania hacia el exilio (4804) son comparados con gansos cacareando en su corral. Las persecuciones y la guerra no aparecen en su obra sino porque afectan directamente a los protagonistas (su padre que echan del hospital, su suegra que no ya no puede subir a la escena, el doctor Singsong negociando la creación del Kulturbund), y no como elementos históricos frente a los cuales ella misma hubiera podido posicionarse desde el punto de vista ético o emocional. Da la impresión que la única persona que tiene una reacción emocional y empática frente a las persecuciones es la abuela (4791 abajo, 4797), cuya psicología inestable intensifica el pathos. Como escribe Toni Bentley, presentan muy a menudo la obra de Charlotte Salomon, que se conserva en el Museo judío de Ámsterdam, (y que mostraron en el MAHJ de París en 2006) ante todo como un testimonio de anticipación sobre la Shoah y como un equivalente pictórico del Diario de Anne Franck. A él le parece y a mí también, que eso es minimizarla y deformarla.
Charlotte Salomon, ¿Vida? o ¿Teatro?, plancha 4907 (Dios mío, sobretodo no dejes que me vuelva loca) |
En 1941-42, Charlotte Salomon produce en unos meses 1325 gouaches, la mayoría con textos inscritos directamente en el dibujo o en calco. Selecciona 769 para componer su antología «¿Vida? o ¿Teatro?» (los demás, que yo sepa, nunca han sido expuestos). En esta exposición (hasta el 11 de agosto), presentan 262. Autobiografía o auto ficción, la temática esencial no son la Shoah o el amor: es la voluntad y la posibilidad de escapar de la locura, de la depresión, del suicidio. En esta obra muy bien construida, cada trazo cuenta, cada palabra vale, no hay casualidad, nada es ambiguo. De su historia, contada muchas veces, el elemento central es la historia suicida de su familia materna que le revela su abuelo: a su alrededor, hijas, cuñada, cuñado, sobrina, y finalmente esposa, se suicidaron. Charlotte (que usa el seudónimo Kann en su libro), jovencita tímida, introvertida y frágil mentalmente (4717), la melancolía en persona (4838), no se entera de ese engaño familiar (en particular el suicidio de su madre en 1926, que le habían disimulado) sino en 1940 (4861, abajo, a 4865) y, atemorizada por esa herencia, tiene miedo de caer ella también en la locura y el suicidio (4907 aquí arriba). Además, su abuelo es un predador exánime y salaz (4915 reverso) y Charlotte confesará haberlo envenenado con phénobarbital y haberlo dibujado agonizante (abajo); su carta al respecto revelada en 2015 la muestran en la exposición sólo parcialmente y sin traducción. Para muchos, ese asesinato cuadra mal con la imagen 'angelical' que quieren transmitir de Charlotte.
Charlotte Salomon, ¿Vida? o ¿Teatro?, plancha 5007d (no está en el libro) |
La salvación, de cierta manera, vendrá de su talento, o, más exactamente, del hecho de que su ex amante (Alfred Wolfsohn, alias Amadeus Daberlohn) le impuso «no olvides nunca que creo en ti» (4820). Wolfsohn, profesor de canto de su suegra, y que le hace la corte, no se sabe si fue su amante o no, seduce también a la jovencita tímida y admirativa, en un triangulo amoroso tenso y eléctrico. Pero aunque su suegra Paula Lindberg, siempre lo negó (y que algunos lo tomaron como cierto), varios dibujos de Charlotte son totalmente claros sobre su amor (4626) para nada platónico (ver más arriba 4817 et 4701 reverso, y también 4644, 4649, 4654, 4664–66, 4700–02, 4818, y también, no seleccionados para el libro, 5006, et 5007 a-d, aquí arriba), amor explícito pero aparentemente poco compartido por su descarado seductor que la encuentra infantil y demasiado frígida (4700). Ella no cesa de representarlo (1387 veces sobre 467 páginas) de manera obsesiva. Mujer seducida sin duda, incluso mujer objeto (4625, aquí abajo), sujeto de «sus experiencias» (4732) –pero Wolfsohn la califica también de peligrosa (4624) y Griselda Pollock la ve feminista–, ella encontrará en el recuerdo de ese amor desafortunado el recurso necesario para afirmarse a través del dibujo, para ser capaz de transformar su vida en obra de arte, para superar un tiempo el espectro de la locura. Y es indudablemente ese proceso de imaginación activa, artística, lo que hace de «¿Vida? o ¿Teatro?» una obra fascinante. Pero la fascinación, más que histórica, es psicológica, incluso psicoanalítica: en repetidas ocasiones en el libro (4405, 4565–67, 4756–60), se habla de psicoanálisis, Wolfsohn, víctima de estrés postraumático después de la primera guerra, había visto a Jung y se había inspirado de él. La obra de Charlotte corresponde con aquello que Jung llamaba «imaginación activa», la posibilidad de conocer y de vivir su propia alma, de reencontrarse consigo mismo («individuación») a partir de las imágenes creadas (ver el Libro rojo). Un análisis jungiano de esta obra es revelador, pero todavía no lo han tenido en cuenta en las exposiciones (ya lo deseaba yo en 2006...).
Charlotte Salomon,¿Vida? o ¿Teatro?, plancha 4861 (ver traducción https://charlotte.jck.nl/detail/M004861 ) |
La bisabuela de Charlotte intenta suicidarse en vano, durante ocho años, y murió de agotamiento, al contrario de sus hijas y nietas que se suicidaron. Charlotte también escapa del suicidio intencional y podemos interrogarnos sobre su actitud en los últimos meses de su vida, una vez terminada su obra y puesta en lugar seguro: cuando la policía de Niza les pide a los judíos que se presenten para censarlos, Charlotte está en lugar seguro, escondida en Saint-Jean-Cap-Ferrat, y sin embargo decide presentarse en la comisaría, lista para ser deportada «puesto que es la ley» dice; un policía la salva por poco al hacer que huya. Meses más tarde, encinta de Alexander Nagler, un refugiado judío que fue amante de Ottilie Moore, la anfitriona protectora de Charlotte en Villefranche (nuevo triángulo amoroso de menor intensidad, según parece), ella insiste para que se casen oficialmente: para ello tienen que salir de la clandestinidad, mostrarse, revelar su dirección; poco después la Gestapo los detiene. Quizás haya sido una forma indirecta de suicidio... Muchas planchas la representaron dibujando; su autorretrato final, última plancha de su libro (4925, aquí arriba), la muestra dibujando el vacío, la transparencia, la nada.
Charlotte Salomon, retrato de su abuelo agonizando, dibujo |
Charlotte y su abuelo estuvieron internados brevemente en el campo de Gurs en junio/julio de 1940 (como todos los ciudadanos alemanes en Francia, judíos o no), pero este episodio no aparece en su libro, sino a través de un aviso a los ciudadanos alemanes (4914). Esta obliteración del único momento en el cual estuvo realmente detenida antes de su final me pareció curiosa: como una negación de la realidad, creencia supersticiosa apotropaica.
Charlotte Salomon, ¿Vida? o ¿Teatro?, plancha 4181 |
Una de las particularidades narrativas de «¿Vida? o ¿Teatro?» es su transcurso temporal: la heroína es también la narradora, y la historia se cuenta desde cada punto de vista. Por lo tanto, las temporalidades chocan y se compenetran. El ejemplo más asombroso es que las primeras hojas (4156–57) presentan el suicidio de su tía (también llamada Charlotte) en 1913, antes de que naciera y no lo sabrá sino hasta 1940; igualmente con la muerte de su madre (4179–81, aquí arriba). La posición dual del autor le permite tomar distancia con su historia, con su persona heroína (al igual que el uso de seudónimos, por transparentes que sean).
Charlotte Salomon, ¿Vida? o ¿Teatro?, plancha 4542 (ver traducción https://charlotte.jck.nl/detail/M004542 ) |
Los gouaches de Charlotte Salomon son algunas veces escenas únicas, a veces repeticiones de un mismo tema: puede entonces tratarse de animar la escena duplicando o triplicando los personajes que dialogan (como 4625 aquí arriba), o componer una representación obsesiva del mismo tema (a menudo la cabeza o el cuerpo de Wolfsohn 4542 aquí arriba). A veces son escenas de simultaneidad (más o menos como algunas composiciones del Medievo) en donde aparecen varios episodios separados en el tiempo pero que comparten el mismo espacio, y algunas veces son composiciones en cuadros (predela, historieta o guión gráfico, como preferamos; así 4223 aquí abajo). En sus composiciones existe, y todos lo han revelado, una dimensión bastante cinematográfica. Otras páginas solo contienen texto en hilera.
Charlotte Salomon, ¿Vida? o ¿Teatro?, plancha 4625 (ver traducción https://charlotte.jck.nl/detail/M004625 ) |
Su gama de colores es bastante limitada e intencionalmente expresiva: escenas felices claras, escenas deprimentes oscuras (así 4791 aquí abajo). Las influencias artísticas son numerosas, a veces citadas claramente, como Miguel Ángel (aunque su representación de la Sixtina sea de las más someras 4329-31), a veces evocadas (un girasol de van Gogh 4351, el beso de Munch, un paisaje de Matisse, una mesa a la Cézanne). Más que las caras cuyas expresiones son a menudo apenas esbozadas, lo que comunica un sentimiento es la escena en su conjunto, el ambiente. Aunque haya estudiado el dibujo y tuviera una gran cultura artística, siempre sentimos en ella une cercanía con el arte marginal, tanto por la fuerza de expresión como por la falta de sofisticación estética y la sencillez en la expresión. Por otro lado, asombra ver hasta que punto un dibujo como el del abuelo agonizante (que no pertenece al conjunto) es más preciso, más trabajado que sus gouaches.
Charlotte Salomon, ¿Vida? o ¿Teatro?, plancha 4223 |
«¿Vida? o ¿Teatro?» es presentada por Charlotte Simon como una opereta (‘Singspiel/Singespiel’) y Charlotte es habitada por la música, tararea cuando dibuja y sus páginas están llenas de referencias musicales. Demasiadas exposiciones pasan por alto este aspecto «multimedios» de su obra. Uno de los atractivos de la exposición es haber instalado en el recorrido siete pausas musicales, siete salas oscuras en las cuales, si la lectura de las leyendas densas lo cansa o si la trágica historia lo angustia, el visitante puede escuchar la música, cerrar los ojos y recobrar el aliento. Charlotte Salomon menciona todas esas obras musicales en su libro, y, salvo Marcello (4317), se pueden escuchar en la página web: Weber (4164 y siguientes), Gluck (4572), Bizet (4227), Bach (4510), Schubert (4604) y una canción popular interpretada por Paula Lindberg (4367).
Charlotte Salomon, ¿Vida? o ¿Teatro?, plancha 4791 (Violencias descomunales contra los judíos en Alemania) |
Existen muchísimos libros y artículos sobre Charlotte Salomon (y películas, como una en neerlandés de Frans Weisz, una ópera, un ballet, ...), más o menos de ficción, más o menos orientados, homenajes o estudios. Dos novelas de Bruno Pedretti y de David Foenkinos se diferencian del resto en cuanto a la calidad literaria, no necesariamente en cuanto a la veracidad. Aquí doy una opinión, una interpretación de su obra, que descubrí hace trece años y que vuelvo a visitar pues esta exposición me da la ocasión. He trabajado a partir de su libro en inglés, sirviéndome de su obra (Waanders), pero la edición francesa (Le Tripode) es más completa, con la traducción de la última carta mencionada más arriba. Además todas las planchas de «¿Vida? o ¿Teatro?», (con más o menos otras 180 que Charlotte no seleccionó para su libro), se pueden ver en esta página (la clasificación, de 4155 a 4925, es la de este archivo); los textos están traducidos. Nota: todas las imágenes que ilustran este artículo no están necesariamente en la exposición.
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