samedi 20 septembre 2014

La vuelta la cole a orillas del Tajo (1)

20 de septiembre de 2014 por Lunettes Rouges

Mientras volvemos a las orillas del Sena, dentro de unos días...

(Artículo original en francés aquí)


Vista del mar de paja desde la zona industrial Baja do Tejo

Es inevitable, cuando uno descubre una escena artística, equivocarse un poco, perder un poco su tiempo en galerías o salones en donde las obras parecen más bien destinadas a salas de espera de estomatólogos, pero también se descubren cosas bellas, ya sea en las galerías más famosas, en reuniones de barrio o en lugares más insólitos. Empecemos entonces por lo insólito, lugares que se encuentran fuera de los recorridos habituales, que lo conducen a edificios otrora elegantes y que hoy están medio en ruinas, en donde aún quedan los vestigios de una instalación veneciana, o en medio de una lejana vivienda social, para ver ovejas y cajas de pasos muy a la Saint-Exupery, o, mejor todavía, en un parque industrial casi totalmente desafectado, al otro lado del río. En ese paisaje  tristemente pos industrial, pero bañado por la luz del mar de la Paja, seis artistas que estuvieron en residencia junto al Museo industrial de la zona, presentan su trabajo (hasta el 11 de octubre)en un recorrido entre los edificios industriales abandonados (algunos con bonitos azulejos) con la comisaria de la exposición Claudia Ramos. De la mayoría de las obras se desprende una sensación de ruina, poesía de los vestigios; el uno la traduce de manera sonora y vibratoria, recreando una respiración en esos lugares asfixiados, la otra lo hace con proyecciones de materias químicas de colores sobre las paredes de esas fábricas, como desafíos resucitadores ante su muerte programada..



Dalila Gonçalves, Archivos de Sombra, 2014, instalación


Dalila Gonçalves (que ya sobresalió hace algunas semanas) abre puntos de vista indirectos hacia el exterior, amontona registros viejos, podridos y petrificados, y, en otra sala, genera en las paredes leyendas fantásticas a partir de algunas páginas de esos libros de cuentas que simplemente introdujo en largas agujas que giran delante de proyectores y que reflejan sombras 
extraordinarias, que a partir de nada recrean un mundo poético, olvidado, irreal (hasta pude imaginarme, las carabelas de Vasco de Gama que salieron de aquí mismo hace 500 años...). La magia consiste en que logra crear una poesía efímera y trágicamente irónica a partir de objetos irrisorios y abandonados. 



Valter Ventura, Resquicio, 2014, fotografía


Valter Ventura fotografía residuos, escoria, ceniza de fondo, ladrillos rotos o papeles quemados como si fueran objetos preciosos, suspendidos con ganchos. Glorificación de esos restos que perdieron todo valor, creando de nuevo respeto e historia. Afuera, frente a Lisboa, a la orilla del mar, después de los aguaceros de la víspera ya no quedaba, cuando visité, sino una nueva ruina, un montón de arena ahuecado en el centro, y a los mediadores les cuesta hablar de ese proyecto del grupo Projecto Teatral, sin prestar ninguna atención a su título. Pero vagos y viejos recuerdos (apoyados por fortuna por Wikipedia) le permiten al espectador -teniendo en cuenta su edad, posee algunos viejos recuerdos que datan del liceo-, identificar un  cráter de volcán y, quizás, un pedestal para clavárse en la lava : Empédocles, claro, (que se suicidó tirándose en el Etna en erupción) que imaginaremos aquí más bien como pesimista absoluto que como vanidoso inolvidable, poniendo un toque final a este arte del baldío, de la ruina, y de la imperceptible belleza poética que a veces de allí emana. Más que una lección sobre el deterioro y las crisis -industriales, económicas y por ende podríamos pensar, morales- yo vi al contrario, en esta extraña exposición indicios de humor, de esperanza y de belleza. 




Pedro Palma, ST, 2014, instalación

Al volver a la ciudad, recorriendo el Bairro des Artes, en donde aún me quedan lugares para ver, descubrí algunas cosas : haciéndole eco a las sombras de papel de Dalila Gonçalves, una escultura colgada con hilos de vidrio, de Pedro Palma, en la Biblioteca Camões, cuyas sombras giratorias mucho más preciosas dibujan aeronaves improbables dignas del Gran Vidrio. En una galería-librería, una joven fotógrafa francesa, Camille Aboudaram, muestra su primer libro, retratos de 21 jóvenes, sus semejantes, todos y todas como flotando, sin raíces, esperando, transparentes (y la paginación lo subraya, complicando la visión individual, proponiendo con cada retrato a los otros en fundido) : una artista para seguir.


Camille Aboudaram, (we are) the ghostly others, 2014, folleto autopublicado, n17 (Kylie)

Otras galerías en el próximo artículo, pero desde ya, la galería 3+1 (hasta el 8 de noviembre), muy buen trabajo sobre el color de Rui Horta Pereira y su reutilización de residuos, lienzos viejos, telas, papeles de su taller para crear columnas, ventanas, baldosas, como una transformación alquímica. 



Rui Horta Pereira, Dead Drawing 1, 2014, acrylic and tempera on compressed paper, 27x27x1.5cm


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