dimanche 23 octobre 2022

Munch : un poema de vida, de amor y de muerte

 


21 de octubre de 2022, por Lunettes Rouges

(artículo original en francés, aquí)


Portada del catálogo con Edvard Munch, Vampiro (1895, 91x109cm, Oslo, Munchmuseet)


En Francia, país que sin embargo fue crucial para Munch a finales del siglo XIX y en donde pasa mucho tiempo entre 1885 y 1914, no tenemos cuadros de Munch (solamente dos y no de los mejores), tenemos muy pocos libros originales sobre él en francés (la mayoría son traducciones), pero tenemos catálogos de exposición, y mas bien de buena calidad: aunque los de 1952 (su primera exposición en Francia en el Petit Palais), de 1969 (Museo de Artes decorativos y Palacio de Bellas artes de Lille) y de 1974 (Museo de Arte moderno) son bastante escuetos, los que datan de después de 1991 son de calidad: Munch y Francia en el Museo de Orsay en 1991, Munch o el anti-Grito en la Pinacoteca en 2010 (sin ningún préstamo del Museo Munch), El ojo moderno en Pompidou en 2011, y ahora el catálogo de la exposición actual en el Museo de Orsay, subtitulado «Un poema de vida, de amor y de muerte» (unas páginas). 


Catálogo, páginas 28-29; fotografías : Leipzig 1903 (anon.) et Ekely 1938 (f.: O. Vaering)


El primer ensayo por la comisaria de la exposición Claire Bernardi, entra en un tema que raramente se evoca, la estrategia del artista que construye todo un relato y una puesta en escena alrededor de su obra con el objetivo de hacer conocer, de explicar y de vender sus cuadros y grabados. Hombre de negocios hábil (riquísimo a partir de los años 1910), todo lo contrario del artista pobre y maldito que atormenta su juventud, Munch controla en detalle la presentación de sus obras y cuida también la posteridad e imagen futura y póstuma. No es tan frecuente leer ese tipo de análisis sobre cualquier artista del que se trate y este ensayo (parcialmente inspirado por los trabajos de Patricia Berman) es una muy buena cosa. 


Catálogo, páginas 110-111, con Edvard Munch, El beso 99x81cm, Oslo, Munchmuseet


El ensayo de Øystein Ustvedt (Galería nacional, Oslo) expone la vida de Munch a través de los lugares en donde vivió y las relaciones que tuvo, muestra a un hombre sociable y abierto y no al misántropo y misógino que a menudo se nos pinta. El texto de Pierre Wat es interesante porque analiza la dimensión cíclica de Munch, su «línea sinuosa» hecha de repeticiones, de variantes, de reensamblajes, de cambio entre diferentes medios. El mejor ejemplo es el Friso de la vida, un enfoque que encontramos en toda su obra. Trine Otte Bak Nielsen (Museo Munch) escribe sobre la dimensión vital de Munch, su relación con la naturaleza y la ciencia, su visión holística, y hace la hipótesis de que fue inspirado por Ernst Haeckel (pero sin mencionar a Otto Weininger, que se volvió poco recomendable pero que Munch leyó con interés, lo sabemos). 


Catálogo, páginas 80-81, con fotografía de 1911, Munch trabajando sobre El Sol


Tres textos más específicos completan la primera parte del catálogo: Ingrid Junillon (autora además de una tesis y de un libro sobre Munch e Ibsen) explora sus vínculos con el teatro y, además de Ibsen, con Strindberg, Lugné-Poe y Max Reinhardt. Patricia Berman (que ha escrito bastante sobre Munch) aquí solo trata de las pinturas para la Universidad. Hilde Bøe presenta a Munch escritor: publicó poco pero sus archivos contienen cantidades de textos cortos más o menos deshilvanados. Una página del Museo Munch está dedicada a la digitalización de aproximadamente una tercera parte de esos textos, en noruego; algunos están traducidos al inglés y una muy pequeña parte al francés (pero mal). Felizmente, Jérôme Poggi (quien muestra actualmente en su galería y hasta el 5 de noviembre, tres cuadros de Munch y un dibujo) ha publicado desde 2011 una selección excelente en francésse acaban de publicar dos otras pequeñas recopilaciones (esta y aquella). 


Affiche de Peter Watkins, Edvard Munch (ni en el catálogo, ni en la exposición)


La segunda parte del catálogo retoma mas o menos el recorrido de la exposición con las secciones: De lo íntimo al símbolo, el Friso de la vida, Repetición y circulación del motivo, El gran decorado y Puesta en escena e introspección, con unas páginas para introducir cada sección pero sin reseñas individuales de las obras. Además, hay una buena cronología pero con ciertas inexactitudes (por ejemplo, Munch no estuvo ciego durante varios meses en 1930 sino invidente del ojo derecho, y ya hice notar que Milly Thaulow no era en 1885 una «importante figura de la emancipación femenina»); la bibliografía muy completa (pero que, seria, excluyó las obras literarias inspiradas por Munch, y también la película de Peter Watkins, se puede ver aquí, en turco con subtítulos en inglés), la lista de las obras y de los índices. En resumen, es un muy buen catálogo (recibido en servicio de prensa). 



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