(artículo original en francés, aquí)
Emeric Lhuisset, Last Water Wars, Ruins of a Future, 2016 |
En el Museo del Instituto del Mundo Arabe (hasta el 4 de diciembre), una línea azul en el suelo recorre las salas : reúne en dos pisos fotografías de Emeric Lhuisset y algunos vídeos complementarios. Partiendo de investigaciones sobre lo que aparentemente ha sido la única guerra por el agua (otras guerras por el agua tuvieron también objetivos coloniales y estratégicos, como la de Golan), que tuvo lugar hace 4500 años entre las ciudades-reinos de Lagash y Umma en Mesopotamia. Lhuisset fotografió y filmó los raros vestigios de Ngirsu, una de las capitales de Lagash, que en esa época era una de las ciudades más importantes de la cuna de nuestra civilización; ello para introducir la situación contemporánea y los riesgos de guerra relacionados con la escasez de agua en la región.
Emeric Lhuisset, Last Water Wars, Ruins of a Future, 2016, vista de la instalación en el suelo desde la cima del IMA |
Tenemos entonces una forma racional de plantear el trabajo, que se interesa por el análisis climático, geográfico, histórico y geopolítico de la situación, embalses turcos, calentamiento climático, subida de las aguas salinas, impacto sobre la agricultura y la ganadería, situación económica de los árabes de los pantanos, despoblamiento de la región, presión demográfica y económica sobre las regiones situadas más al norte, peso de las milicias, conflictos tribales y religiosos, impotencia del estado, intervención de la Unesco (la zona está inscrita en el Patrimonio Mundial), inestabilidad del país, riesgos de guerra, ... y una impresión de impotencia frente al deterioro casi ineluctable y del cual solo se pueden atenuar las consecuencias sin poder actuar contra las causas. De paso aprendí que la etimología de "rival" es : el que utiliza el mismo río que otro.
Emeric Lhuisset, Last Water Wars, Ruins of a Future, 2016, dorso de los 4 desplegables del catálogo
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El catálogo, es de doble faz : por un lado hojas desplegables que lo componen, análisis y documentos, por el otro superficies grises y marrones moteadas de blanco, salpicadas de venas claras y manchas más oscuras : podrían ser los cuadros abstractos de un pintor informal de los años 60 pero son fotografías aéreas que Lhuisset realizó en el lugar, vistas de ese terreno desértico, inhabitado, erosionado, con solamente algunas pistas. No estamos en una exposición didáctica que nos confronta con una realidad bruta y científica. Se trata de un artista que ha vuelto a transformar la materia bruta para hacer con ella una obra.
Emeric Lhuisset, Last Water Wars, Ruins of a Future, 2016 |
El trabajo fotográfico está basado sobre la estética de la ruina : un paisaje sin colores en el que los ladrillos de los edificios destruidos se funden en las colinas tono sobre tono, cicatrices que marcan el terreno y no sabemos si se deben al hombre o a la erosión. La fotógrafa italiana Paola de Pietri también había registrado las cicatrices de un paisaje después de la guerra, pero solamente un siglo después de los combates (un trabajo puro y discreto, en la antípodas de Yan Morvan, por ejemplo). Lhuisset anda a tientas por ese terreno de excavaciones arqueológicas en donde sólo se encuentran trazas de canales y vestigios de la base de un puente cuya vista aérea parece una escultura esquelética surrealista en su tumba acabada de abrir. Se ignora la escala, el ojo no sabe en dónde fijarse para decir si lo que se ve son piedras o montañas. Algunas fotografías son frontales a altura humana, pero muchas son tomadas por un vehículo aéreo no tripulado, y son esas fotos sobretodo las que componen esta abstracción enigmática.
Emeric Lhuisset, Last Water Wars, Ruins of a Future, 2016 |
Y entonces, ¿qué hace ahí un artista? Emeric Lhuisset ya ha realizado varios proyectos en la región, todos tenían una fuerte dimensión humana y constituían una forma de testimonio y de compromiso. Esta serie es más fría a pesar de unos vídeos de testimonios prestados por una ONG, es más árida y simplísima en su forma, ensimismada, sin muchas soluciones ni esperanza. En un largo texto del catálogo, Philippe Dagen desarrolla el concepto de artista testigo, del artista conectado con el mundo, que rechaza la distracción y el espectáculo y que utiliza la sencillez de formas para molestar al espectador. Qué hace ahí un artista sino mostrarnos otra forma de ver, sino sacarnos aparte, mas allá de los análisis sabiondos y los reportajes rápidos, para extraer lo esencial, mejor mostrar que decir, mejor fotografiar que escribir : esta tierra se está muriendo estas ruinas son nuestro futuro.
Fotos cortesía del artista.
drisfrute y comparta
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