10 de abril de 2014,
por Lunettes Rouges
por Lunettes Rouges
Leer o mirar : van Gogh o Artaud ?
(Artículo original en francés aquí)
Nadie se va a negar el placer de ver semejante exposición de van Gogh, unas cincuenta obras que se reúnen rara vez : hay hermosas yuxtaposiciones, por ejemplo, en una de las primeras paredes, los dos autorretratos del museo de Orsay avecinan con el de Washington y el de Amsterdam. Hay muchos otros, y varios lienzos de colecciones privadas que no se ven a menudo (como esos zapatos, menos conocidos que los de Heidegger) o de museos lejanos, Hammer en L.A. o el Ateneum de Helsinki.
Par de zapatos. Zapato volteado, Paris, primavera de 1887, óleo sobre lienzo, 37,5 x 41,5 cm. Colección particular, cortesía de Eykyn Maclean, LP
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Nadie se va a negar tampoco el placer de una presentación de dibujos, cortos de películas (unos veinte entre 1920 y 1935, mudos o parlantes, en donde estallan belleza e intensidad) y documentos (en los cuales las hermosas fotografías de Denise Colomb) sobre Antonin Artaud.
En sus dibujos, la escritura se mezcla con el trazo y es como si la violencia saliera de cada signo.
Y no puedo negar ni un segundo el temblor de fascinación que sentí la primera vez que leí, posiblemente a los veinte años, el suicidio de la sociedad, y la clarividencia deslumbrante que emanaba.
Entonces, por qué a mi parecer esta exposición en el Museo de Orsay (hasta el 6 de julio) no funciona realmente? Por qué siento únicamente un ejercicio estudioso y didáctico, y tan poca emoción? Por qué ese texto revolucionario confrontado a esos cuadros extraordinarios no crean trastornos graves del comportamiento, "fuertes convulsiones", interrogantes radicales en los visitantes que se contentan visitando prudentemente, dócilmente? Por qué los textos de Artaud puestos en las paredes, por más pertinentes que sean, no aclaran nuestra visión de los lienzos, no al recordarnos su odio hacia los médicos en general y hacia el doctor Gachet en particular, no al levantarse con pasión y rabia contra la siquiatría y la sociedad alienante (antes de Foucault y antes de la anti siquiatría), sino cambiando nuestra mirada frente a los cuadros? Pues, solamente me pasó una vez, ay, una sola vez, y no había lienzo, únicamente una proyección en pantalla : las palabras de Artaud sobre El campo de trigo con cuervos me paralizaron ahí mismo.
Por qué los dibujos de Artaud, por bonitos que sean, aquí nos parecen incongruentes, ilustrativos, debilitados, y por qué el intento de comparar los dibujos de van Gogh con los de Artaud no funciona? Por qué la argumentación de Artaud sobre la locura de van Gogh, sobre su alienación, por más atractivo que sea, no nos dice gran cosa una vez ante los lienzos?
O más bien, por qué me resisto ante esta presentación demasiado enmarcada, estandarizada, explicativa, siendo que una vez en casa vuelvo a leer a Artaud con deleite ? Por qué al argumento le es tan difícil convivir con el cuadro en el mismo espacio? Los cuadros no sufren, aguantan todo, mientras que el texto se encuentra laminado, reducido a la ilustración, a la lectura inmediata, explicativa, y se debilita. Quizás haya que ir a escuchar al actor que lo recita todos los jueves por la noche en la exposición.
Calle de pueblo en Auvers, Auvers-sur-Oise, mayo de 1890, óleo sobre lienzo, 73x92cm. Helsinki, Ateneum Art Museum, Finnish National Gallery, collection Antell
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Más tarde, leyendo de nuevo a Artaud, me di cuenta de que él solo visitó brevemente la exposición van Gogh en la Orangerie en 1947. Primero lo indignó el texto psiquiátrico de doctor Beer sobre van Gogh (se lee difícilmente en una de las vitrinas : al contrario de lo que siempre se dice, da la impresión de que lo que dice Beer es que un diagnóstico sobre van Gogh es difícil, controvertido, incluso imposible), y, como vio la exposición tan rápidamente, después miró largamente las reproducciones de las obras de van Gogh en el catálogo y en los libros de Uhde y de Rosset (que están en la misma vitrina), y, sobretodo hizo que Paul Thévenin le leyera las cartas de van Gogh. Es eso lo que me molesta aquí y que me cuesta expresar : que ese texto fabuloso no lo escribió mirando directamente la obra, frente a la materialidad del cuadro, sino a partir de fotografías (bastante mediocres) y de textos? Nada de esto es racional, no sabría explicar mejor mi pensamiento, posiblemente se trate de magia : un texto escrito lejos de las obras y que hoy confrontado a ellas directamente no les de más fuerza. No sé. Share and Enjoy
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