30 de octubre de 2015, por Lunettes
Rouges
Philippe Halsman, el duque y la duquesa de Windsor, 1956 |
Ah si, claro que si,
Philippe Haslman, el fotógrafo que hacía saltar a sus modelos para relajarlos y
hacer que expresaran su ¡ verdadera personalidad ! En efecto, es la primera
imagen que nos viene a la mente a propósito de él (y es verdad que al ver al duque
y a la duquesa de Windsor, magníficamente ridículos, uno se imagina el trabajo
necesario para relajar a los modelos).
Philippe Halsman, Marilyn Monroe, 1954 |
Uno se pregunta, ¿Querrá
verdaderamente el modelo desvelar su auténtica personalidad? Haslman, quien
prácticamente descubrió a Marylin Monroe en 1949 en los Ángeles durante un reportaje para LIFE, la hace saltar en el aire en 1954 : la actriz solo
lo hace una vez (arriba) y se niega a hacerlo de nuevo, temía la idea de
desvelar su verdadera personalidad detrás de las luces. En 1959, cuando se
había convertido en estrella, aceptó al fin prestarse para el ejercicio de
saltología, y se necesitan más de 200 saltos durante tres horas para lograr al
fin fotografías que le convengan tanto al fotógrafo como a la artista; no son
realmente tan espontáneas.
Philippe Halsman, André Malraux, 1934 |
Haslman fue
ante todo un gran retratista. La exposición en el Jeu de Paume (hasta el 24 de
enero) muestra retratos excelentes ya sea de sus modelos parisinos de antes de
la guerra, entre los cuales el intenso Malraux de 1934 o las series que
realizó, no solamente con Marilyn sino también con Dalí o Fernandel.
Philippe Halsman, Bobby Fisher, 1965 |
Uno de los
retratos más reveladores psicológicamente es sin duda alguna el de Bobby
Fischer, sombrío y concentrado, totalmente introvertido en su mundo que las
casillas negras y blancas del tablero subrayan con fuerza.
Philippe Halsman, Dali Atomicus, 1948 |
Pero la
curiosidad de Halsman no se limita a la psicología de sus modelos y a su
relajamiento a través del salto. Es excelente poniendo en escena con
perfeccionismo, como en Dalí Atomicus, para la que los asistentes le tiran agua y
gatos al pintor mientras salta, hasta lograr la foto perfecta : se necesitaron
26 intentos para sincronizar los lanzamientos de gatos y de agua y los saltos
de Dalí durante cinco horas...
Philippe Halsman, "El surrealismo soy yo" Dali, 1953-54 |
Curiosidad
también el intento de ablandar el rostro de Dalí para hacerlo coincidir con un
reloj blando : hubo que hacer un contratipo en vidrio, fundir la emulsión, para
luego deformarla manualmente hasta obtener ese rostro que se escurre. Cómo la
fotografía (argéntica, claro) demuestra su plasticidad, su capacidad no para
reproducir sino para amoldarse con las formas.
Philippe Halsman, Marilyn Mao Monroe, 1967 |
Experimentación
con esta fusión de las caras de Marilyn y Mao, iconos totalmente opuestos en
todo y que Haslman hace que se junten : ¿se tratará solo de diversión o de
crítica política? No sabemos, pero me gusta pensar que aquel pequeño judío
letón que había sido perseguido en su juventud había conservado quizás, incluso
habiendo alcanzado la gloria y la riqueza, un fondo irreverente y rebelde.
La otra
exposición en el Jeu de Paume es sobre Omer Fast, ese día, no tuve energía para
verla realmente, así que la crítica será para más tarde.
Todas las
fotos (c) Philippe Halsman Archivos / Magnum Fotos
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