dimanche 7 septembre 2025

Miriam Cahn: el cuerpo, solo


28 de agosto de 2025, por Lunettes Rouges

(artículo original en francés, aquí)


Miriam Cahn, MAAT, vista de la exposición


En la entrada de la exposición Miriam Cahn (hasta el 27 de octubre) hay seis desnudos grandes: una mujer mayor, ella misma, cuerpo grisáceo o verdoso con fondos verdes, grises, ocres, senos marchitos, vientres flojos, vulvas evidentes, miradas furiosas o inexpresivas y cinco de ellos con los puños apretados con violencia y rabia. Se queda uno absorto, que decir, atónito, a causa de la intensidad de la pintura, a causa de la afirmación del cuerpo de la mujer, a causa de la denuncia de la violencia ejercida contra él. Allí se encuentra lo grande de Miriam Cahn, en los cuerpos, las miradas, y también en la pintura de tonos pastel de dulzura engañosa. 


Miriam Cahn, weltäffin (mujer mundial), 27 & 29 de septiembre de 2019


Después de la contemplación emotiva pero relativamente estática de los seis primeros cuerpos del vestíbulo, es mejor continuar la visita hacia la sala de la izquierda en la cual, a lo largo de las paredes nos confrontamos brutalmente a unos veinte o treinta cuadros mas pequeños del cuerpo femenino. Parece haber un hombre o dos, uno de ellos se acaricia el penis, y un ser hombre lobo, con cabeza de loba y cuerpo de mujer, pero lo demás son solamente carnes hembras como ninguna mirada masculina hubiera sabido representarlas jamás (si se hubiera atrevido...): senos deformes, vulvas sanguinolentas, partos con posturas «primitivas», y ante todo, rostros trastornados, azorados, vulnerables (más abajo). Ahí se haya la intensidad de Miriam Cahn, en el vuelco que le da a la mirada, en la forma orgullosa de mostrar a la mujer. 


Miriam Cahn, nichts (nada), 2005 6 19 de mayo de 2023


Se siente la misma emoción en la sala de arriba, de acceso incómodo, en la cual la artista denuncia la violencia de la guerra (de una sola en realidad, la de Ucrania; el genocidio en curso no parece, en cambio, haberla conmovido: Boutcha en lugar de Gaza). Vemos el lienzo ambiguo que sacudió a la derecha extrema en el Palacio de Tokyo: los comisarios y la artista han subrayado varias veces que no se trata de un menor sino de un ser humano adulto representado pequeño puesto que oprimido en su país por el invasor. Me parece más potente, puesto que universal, el lienzo de al lado, el del puño clavándose en un cuerpo aprisionado. La dignidad de Miriam Cahn está al lado de los oprimidos. 


Miriam Cahn, s.t., 8 de marzo de 2023



Es una lástima puesto que esto no es sino la mitad de la exposición. Mientras que frente a aquellos cuerpos violentados la adrenalina estaba al máximo, justo después vemos unos eslóganes bastante simplones (« Nicht mehr mögen ») escritos en lienzos pequeños (sus obras más recientes, como si las imágenes la hubieran abandonado), y unos dibujos de tanques en grisalla (son T-90, claro, no son Merkava) e instalaciones militares, y en medio una instalación de trozos de madera estilo años 50. Y no serán las entrevistas en el catálogo las que nos aclaren. Da pesar. 


Fotos del autor.




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