vendredi 28 novembre 2014

La colección Antonio Cachola en Elvas

28 de noviembre 2014, por Lunettes Rouges


(original en francés aquí)



AnaMary Bilbao, Past present M3, 2014

Una ciudad fronteriza apretada en sus fortificaciones, el antiguo hospicio de mármol blanco transformado en museo municipal, una importante colección de arte contemporáneo portugués depositada allí; tan solo se encuentra una pequeña parte de la colección de Antonio Cacholas, es necesario recurrir al enorme catálogo (referencia visual excelente pero es una pena que sea demasiado breve) para ver en él toda la riqueza (en particular esta obra bastante conocida) y para empezar a descubrir a los artistas de ese país. En lugar de la exposición temporal (Rui Calcada Bastos), les hablaré rápidamente de algunos de los artistas que vi durante una breve visita.


Susanne Themlitz, O estado do sono, 2006 2009

Desde la calle podemos ver un extraño personaje sentado en el alféizar de la ventana, con un embudo en la cabeza, extraña acogida, por Suzanne Themlitz. Se entra frente a la hermosa escalera de honor, llena de cajas de Vhils que además oculta el escudo con una de las  esculturas de espuma recortada y pegada que acostumbra a hacer, y nos obliga a encontrar el punto de vista adecuado, a arrugar los ojos para distinguir los rasgos del rostro. Y no debe ser por casualidad que ese extraño rostro oculte las insignias del poder.


Vhils (Alexandre Farto), Diorama Series 2, 2012

La sala del consistorio, decorada toda con azulejos historiados sobre las vidas de Santa Isabel y San Juan Bautista, alberga casetas de cartón recortado por Rodrigo Oliveira, contraste radical entre esplendor pasado y precariedad presente, destrucción y ruina. También vi las fotografías de bailarines de Augusto Alves de Silva, las esculturas mobiliarias de José Pedro Croft, la sala de cuadros de colores de Pedro Calapez, y, desde luego una gran instalación de Pedro Cabrita Reís.


Rodrigo Oliveira, Embargado clandestinos, 2005

Me impactó muchísimo la instalación de Fernanda Fragateiro : sobre paletas en el suelo, a 90°, la fotografía doble de una mujer (supongo de los años treinta) en una habitación burguesa, en espejo. Pero uno de los paneles está roto, la violencia irrumpe en la escena cuyo subtitulo es Tranquilidad suave o violencia doméstica. Pensamos en la violación de Degas.


Fernanda Fragateiro, Publico Privado, 1995 1997

Para terminar, la benjamina de la exposición es una adquisición reciente de la colección, y tres de sus obras están en la sala del principio : AnaMary Bilbao, que conocí hace poco, muestra también obras blancas en las que los estratos geológicos del yeso dan testimonio de su trabajo sobre la memoria (arriba). Como las obras cambian regularmente, habrá que volver a Elvas.

Fotos del autor excepto Bilbao (obra de la misma serie que las que mostraron en el Museo) y Vhils.

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